Amados hermanos en Cristo Jesús: 

 La “Semana Santa” ha pasado para los medios de comunicación, el comercio y la mayoría de las familias; pero, para los cristianos, para ti y para mí, no puede concluir, pues todo aquello que se conmemora en esos días es la base de nuestro existir y de todo nuestro futuro. 

 Les saludo con las estimulantes palabras del Apóstol: “Sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a  nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. 2ª Co 4:14. 

 Sergio Oschilewski M. 
Pastor IBLC 

Reunión de Oración  

Oración 

Cánticos a elección 

www.iglesiabiblicalascondes.cl (Alabanzas 🠚 Himnos/Cánticos) 

Lectura de la Biblia 

Apocalipsis 1:12-18 

Reflexión: La Primicia De Las Resurrecciones 

 Cuando escudriñamos las Escrituras nos encontramos con muchas resurrecciones que podríamos llamar: de carácter parcial, como ejemplo, mencionaré la resurrección de: el hijo de la viuda de Naín (Lc. 7:11-17); la hija de Jairo (Mt.9:18-26); Lázaro (Jn.11:1-44); Tabita (Hch.9:36-42); Eutico (Hch.20:9-12). 

 Cada una de estas resurrecciones implicó un milagro que nos deja perplejos. Hombres y mujeres de diversas edades volvieron a vivir por la voluntad y acción de Dios.  

 Pero volvieron a vivir sólo por un tiempo más, probablemente el tiempo normal de vida para un ser humano. Por otra parte, sus cuerpos resucitados fueron similares al que tuvieron antes de su muerte. Ninguno de ellos podría haber entrado a los cielos con esos cuerpos. Sus cuerpos, aunque restituidos a la  vida y reunidos con su espíritu, aún no habían sido transformados y glorificados. Todos ellos volvieron a conocer la muerte. 

 Sólo ha habido una resurrección en gloria: la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. El resucitó para no volver a experimentar la muerte. Resucitó con un cuerpo transformado. Un cuerpo con el que entraría al Cielo para sentarse a la diestra del Padre. 

 La resurrección de Cristo es de carácter única, y así lo explica Pablo cuando dice de él en 1ª Corintios  15:20b: «primicias de los que durmieron es hecho», y en Colosenses 1:18 le llama: «el primogénito de entre los muertos». Su resurrección, por su vital importancia, fue profetizada muchas veces a través de los siglos. 

 Ahora bien, si Cristo es “las Primicias de los que durmieron”, pues nosotros somos los que seguimos. Pablo continúa con la sucesión de hechos: “Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida.” 1ª Cor. 15:23. Pablo usa el término, “Luego” traducción del vocablo griego “Epeita”, lo cual significa un intervalo de tiempo. Lo que sucederá, después de ese “luego” lo describe, con bastantes detalles, el apóstol Pablo en 1ª Tesalonicenses 4:13-17: 

 “13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.  15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la   venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.  

 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo;  y los muertos en Cristo resucitarán primero.  

 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las  nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.” 

 Notamos que la resurrección de los “muertos en Cristo” se producirá cuando él venga por su Iglesia. Por su parte, los redimidos que estén vivos en aquel momento experimentarán la transformación de sus cuerpos. Sobre este punto el apóstol Pablo añade en otro lugar: “No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.” 1ª Co.15:51b, 52. Esto implicará: “ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial” 2ª Co.5:2b; también implica que: “lo mortal sea absorbido por la vida” 2ª Co. 5:4b; o como lo expresa el mismo Pablo en su carta a los filipenses: “transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que seamos semejantes al cuerpo de la gloria suya…” Fil. 3:21. 

 El acceso a las mansiones celestiales está dado gracias a la obra de Cristo, obra aprobada por medio de Su resurrección, la cual constituye preciosa garantía de nuestra salvación y de nuestra resurrección, así como del triunfo total sobre: el pecado, Satanás y la muerte.  

 Sergio O.M.

Oración 

 A continuación, le invito a pasar unos momentos en oración. 

Adoración, Alabanza y Gratitud:  

Cristo la tumba venció, 
Y con gran poder resucitó; 
De sepulcro y muerte Cristo es vencedor, 
Vive para siempre nuestro Salvador; 
¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! 
El Señor resucitó. 

 Aún resuenan en mis oídos los himnos que cantamos el domingo y que aludían a la Resurrección del Señor. ¡Cuán importante es para nosotros esa resurrección, garantía de una Obra perfectamente realizada y, por lo tanto, de una salvación completa, eterna y con una proyección gloriosa, a la cual no hay que añadir absolutamente nada. 

Alabemos y Agradezcamos por la promesa de nuestra resurrección. 

 Considerábamos en la “reflexión”, las palabras del apóstol Pablo cuando dice: “Mas ahora Cristo ha resucitado  de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.” (1ª Co.15:20). Alabemos y agradezcamos al Señor por  cuanto, por el triunfo de Cristo, todos los que le hemos recibido en nuestro corazón, reconociéndole como nuestro  salvador, también seremos resucitados un día. Por esta causa, de Cristo se dice que es “primicia de los que durmieron”, indicando que otros le seguiremos cuando sea nuestro tiempo de resucitar. 

Otros motivos de adoración, alabanza y gratitud: 

Peticiones:  

La Escuela Dominical. 

 Estamos contentos por cuanto se inició la clase “Primarios” de nuestra E. Dominical, vía Zoom. Ahora debemos seguir orando para que otras clases se vayan sumando y pronto tengamos dos clases dominicales.

Por salud y total recuperación. 

 Oremos por la pronta recuperación del matrimonio formado por nuestros hermanos: Tomás y Daniela; enfaticemos la oración por Daniela, pues se encuentra embarazada. También les invito a mantener en oración a nuestra hermana Hildegard, quien ha estado en tratamiento y se encuentra mejor de su columna. 

Por la Reunión Devocional en familia. 

 No olvidemos orar por el inicio, o bien, la mantención de esta bendita práctica que tanto bien trae a todos los miembros de la familia. Pido al Señor que aquellas familias que lo están practicando continúen adelante sin desanimarse, y que, aquellas que aún no lo hacen, sean motivadas, para comenzar lo antes posible. 

Por nuestros hermanos en el extranjero. 

 Esta semana les invito a mirar más allá de América, y comenzar a orar por nuestros hermanos de Europa. Apoyemos a los hermanos que viven en España. El Señor les cuide y guíe en su desarrollo espiritual en medio de una sociedad cada día más secularizada. 

Amparo para nuestros hermanos perseguidos por su fe en Cristo. 

Cuando se habla de Corea del Norte, se habla de una dictadura comunista férrea, basada en un líder extravagante que pertenece a una peculiar dinastía. Se habla del secretismo extremo, del hambre que sufre el grueso pueblo. Sin embargo, no se oye decir que se trata del país donde existe la mayor persecución a los cristianos. En un informe público, se lee: “Desde 2002, Corea del Norte ocupa el primer lugar en la Lista Mundial de la Persecución. Ser descubierto como cristiano es motivo de sentencia de muerte. Un cristiano puede ser asesinado al instante o llevado a un campo de trabajos forzados como un criminal político. Esas prisiones inhumanas tienen condiciones horrorosas, y pocos creyentes salen vivos.” 

 Le invito a orar por el pequeño grupo de cristianos que aún sobreviven en Corea del Norte. 

Otras peticiones: 

Peticiones en las cuales insistir:  

Para que la delincuencia sea reprimida. 

 Por muchos años hemos venido orando por la intervención del Señor sobre la delincuencia que se manifiesta de muchas maneras en nuestro país; sus métodos van desde: el “atraco” y el “portonazo”, pasando por las dramáticas acciones vistas en la Araucanía, hasta las pseudo manifestaciones políticas cuyo fin es cubrir el  vandalismo. Las acciones de estos criminales frustran, atemorizan y dañan a: comerciantes, agricultores, industriales, estudiantes y, en general, a toda persona que viva decentemente. 

 Creo que todo el tiempo que hemos ocupado en orar por este tema, ha sido muy importante, pues ha constituido un dique para frenar el avance de la transgresión; no obstante, debemos continuar perseverando para que se lleven a cabo resoluciones más efectivas a nivel legislativo, judicial, policial y de otras instituciones que se encuentran capacitadas para desarmar al crimen organizado el que se manifiesta como una epidemia que causa temor, incertidumbre y muerte. 

“Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste,  
entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.”  Colosenses 3:4