Queridos Hermanos:
Pienso que es tiempo de revisar nuestra oración; es tiempo de hacernos ciertas preguntas ante el Señor: ¿Cómo recibirá el Señor mi oración? ¿Está incorporada la gratitud en ella? ¿Debo orar más? ¿Intercedo por mis hermanos? ¿Cumplo con la misión de orar por mi nación? ¿Encuentro gozo en el orar? ¿Oro por la conversión de las almas?, etc.
Los tiempos que vivimos nos muestran claramente que debemos incrementar nuestros tiempos de oración. El apóstol Pablo motiva a los creyentes de Colosas a que permanezcan en oración en forma persistente, dice: “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;” (Col. 4:2). Notemos que incluye el término “velando”, dando a entender que no debemos dormirnos en esta tarea, sino que ejecutarla en forma permanente.
Es notorio como el Apóstol agrega la idea de mantener siempre una actitud de gratitud, dice: “con acción de gracias”.
Ruego a mis hermanos, yo con ellos, que revisemos nuestra oración delante del Señor, pidiéndole que la perfeccione y nos dé cada día mayor gozo en realizarla, que esos momentos de oración secreta sean esperados con grandes ansias.
Quiero proponer a toda la Congregación que oremos diariamente, solos o acompañados, buscando algunos minutos, a partir de las 20:00 hrs., enfatizando:
-Los cuatro primeros días (viernes, sábado, domingo y lunes), gratitud, limpieza y consagración personal.
-Los tres días siguientes (martes, miércoles y jueves), por los graves problemas que atraviesa el País, a saber: la sequía; la delincuencia; la promulgación de leyes que atentan contra el derecho divino; el intento de eliminar la actual Constitución; la pandemia que nos aqueja; la invasión del secularismo en los colegios; etc.
Pedir por dirección para las autoridades encargadas de gobernar esta Nación.
Para la próxima semana, podemos cambiar los énfasis. Insisto en la idea de “énfasis” pues no significa que sólo oraremos por los temas propuestos, sino que ellos serán enfatizados.
A continuación les hago llegar algunos pensamientos que nos pueden inspirar para nuestro tiempo de oración de esta noche.
En el amor del Señor,
Sergio Oschilewski
Lectura de la Biblia
1ª Tesalonicenses 5:4-11
Oración
Meditación
Continuemos refrescando algunas enseñanzas que todo creyente debiera conocer.
¿Por qué afirmamos que la Iglesia será totalmente liberada de la Tribulación por venir?
Creemos que la Iglesia será Arrebatada antes del comienzo de las grandes tribulaciones finales, esto se conoce como pretribulacionismo. Lo creemos por cuanto Las Escrituras enseñan lo siguiente:
A.- La doctrina de la inminencia:
En nuestro tiempo, no es necesario que se cumpla alguna profecía específica como señal para indicar que Cristo regresa por su Iglesia, es decir, éste acontecimiento puede ocurrir en cualquier momento. Toda profecía previa a dicho acontecimiento ya ha sido cumplida.
Antes de la venida del Señor en gloria a la tierra se darán muchas señales. Sin embargo, la Iglesia es llamada a vivir en la espera del inminente retomo de Cristo a recogerla a Sí mismo (Jn. 14:2-3; 1ª Co. 15:51-52; Fil. 3:20; Col. 3:4; 1ª Ts. 1:10; 1ª Ti. 6:14; Tit. 2:13; Stgo. 5:8; 1ª P. 3:3-4; Ap. 3:3).
B.- Las promesas dadas a la Iglesia en Apocalipsis:
En Ap. 3:10 se afirma: “Yo te guardaré de la hora de la prueba”; No dice “durante” o “en medio de”, sino que se usa la preposición griega “ek”, “fuera de.”
C.- Las promesas dadas a la Iglesia en las cartas apostólicas:
-En 1ª Tes. 1:9-10 se afirma que estamos para “esperar de los cielos a su Hijo, … a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.”
– En 1ª Tes. 5:9 se insiste: “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
-En 1ª Tes. 5:10 se aclara que la realidad de esta salvación de la ira no es condicional al estado del creyente; reposa enteramente en los méritos de Cristo.
D.- Los destinatarios de la Tribulación:
La Gran Tribulación es el desencadenamiento de la ira de Dios sobre un mundo impío; es para los “moradores de la tierra” (Ap. 11:10; 12:12, etc.). La Iglesia no es moradora, sino peregrina y extranjera en este mundo (Fil. 2:10). Ella fue rescatada de la ira.
El cúmulo de estos argumentos pueden dar seguridad al creyente, de que la Iglesia no estará en la tierra durante la Gran Tribulación.
Cántico a elección
Oración
Para comenzar el período de oración les sugiero algunos motivos:
Adoración , Alabanza y Gratitud:
Alabemos al Señor por ser el legislador perfecto.
Las leyes por él decretadas hacen funcionar y mantienen el orden en todo el Universo: tanto en el mundo inanimado, como en el mundo que posee vida: sea humana, espiritual o animal. Simultáneamente, estas leyes demuestran Su amor, sabiduría, soberanía, perfección y santidad.
Alabemos al Señor por su amor.
El amor de nuestro Señor supera, en una medida inconmensurable, la capacidad humana de amar. Por ese amor, hay salvación; por ese amor hay esperanza; por ese amor hay herencia eterna ¡Alabado seas Señor, por tu amor sin medida!
Peticiones:
Por discernimiento espiritual.
Necesitamos de mucho discernimiento para poder vivir, el día a día, en un mundo que ostenta su molestia y agresividad contra todo lo que proviene de Dios y su Palabra. A cada instante aumenta la blasfemia, el engaño y sagacidad para torcer la verdad.
Oremos por nuestros niños, jóvenes, y también por los hermanos que recién empiezan a caminar con el Señor, para que desarrollen y perfeccionen aquel discernimiento, que es el producto de una vida devocional y de obediencia al Señor.
Por el cuidado de nuestra sensibilidad por las almas.
Un efecto de la maldad del presente siglo es la progresiva pérdida de sensibilidad en cuanto al valor de las otras personas. Cada día importa menos la soledad, el dolor y el sufrimiento del prójimo. Que esta fuerte y contagiosa corriente no logre arrastrarnos, y que la pasión por las almas perdidas sea avivada en nuestros corazones.
Por gracia para enfrentar los años de la senectud.
Moisés comenta que los muchos años, implican “molestia y trabajo” (Salmo 90:10b). Especialmente en esos días, es muy importante que apoyemos en oración a todos los hermanos que hoy experimentan limitaciones debido a su edad avanzada. Recordemos especialmente, a nuestras hermanas Blanquita, Victoria, Lidia, Luisa, Estela, y a los hermanos Luis y Mario, casi todos ellos con edades que sobrepasan los noventa años.
Peticiones en las cuales insistir:
Pedir al Señor salud y nuevas fuerzas para Su pueblo en todo el mundo.
Pidamos que el Señor libre a sus hijos de la actual pandemia, y les haga crecer en conocimiento, confianza y santidad.
Pedir al Señor misericordia para nuestro país.
Pidamos al Señor misericordia para nuestra Nación; considerando especialmente a los niños e inocentes expuestos a sufrir por la pandemia y las irresponsabilidades de otros.
Por nuestro País, sus gobernantes y autoridades.
-Dirección, cordura y temor santo para los representantes de los tres poderes del Estado: ejecutivo, legislativo y judicial.
-Fuerzas, especial protección y ánimo para quienes sirven en los diferentes centros de salud del País.
-Determinación, protección y fortaleza para quienes ejercen las labores de protección nacional y ciudadana.
Por los hermanos más expuestos a contraer el COVID-19.
Pidamos protección del Señor para los hermanos que se encuentran más expuestos a contraer el coronavirus: personas que trabajan en el área de la salud como nuestra Hna. Susana y otros que están en contacto permanente con muchas personas, o tienen que viajar en medios de locomoción contaminantes. El Señor puede lo imposible para el hombre.