

Confianza y resultados
Muy apreciados hermanos en el Señor:
Uno de los versículos más amados de las Escrituras lo encontramos en la carta de Pablo a los Filipenses. En él dice: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.» (Filipenses 4: 6-7).
Pablo les dice a los hermanos de la ciudad de Filipo que si llevan sus preocupaciones ante Dios en forma insistente, clamando con un corazón agradecido, entonces: «la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará» sus corazones y pensamientos. Es una promesa que también ha podido verificar cada uno de los cristianos que han decidido hacer suya la exhortación.
Pastor Sergio Oschilewski Malinowski
Iglesia Bíblica Las Condes
Lectura Bíblica
Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;
Y tus pensamientos para con nosotros,
No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de ellos,
No pueden ser enumerados.Sacrificio y ofrenda no te agrada;
Has abierto mis oídos;
Holocausto y expiación no has demandado.Entonces dije: He aquí, vengo;
En el rollo del libro está escrito de mí;El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón.He anunciado justicia en grande congregación;
He aquí, no refrené mis labios,
Jehová, tú lo sabes.No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;
He publicado tu fidelidad y tu salvación;
No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.Jehová, no retengas de mí tus misericordias;
Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.Porque me han rodeado males sin número;
Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista.
Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.Quieras, oh Jehová, librarme;
Jehová, apresúrate a socorrerme.Sean avergonzados y confundidos a una
Los que buscan mi vida para destruirla.
Vuelvan atrás y avergüéncense
Los que mi mal desean;Sean asolados en pago de su afrenta
Los que me dicen: ¡Ea, ea!Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Jehová sea enaltecido.Aunque afligido yo y necesitado,
Salmos 40: 1-17
Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi libertador eres tú;
Dios mío, no te tardes.
Introducción
Confianza, ese es nuestro tema y la pregunta es: ¿en qué está depositada mi confianza?
En 2ª Reyes 18: 13 leemos: «A los catorce años del rey Ezequías, subió Senaquerib rey de Asiria contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó.»
Notemos que se nombran dos reyes: Ezequías y Senaquerib. Aquí tenemos a dos personas y con ellos podemos considerar a dos grupos de personas bien definidos: aquellos cuya confianza es el hombre, su poder y sus ídolos; y aquellos cuya confianza es el Dios vivo que se revela en las Escrituras.
De alguna u otra forma estos dos grupos de personas los encontramos desde antes de los hechos aquí narrados hasta nuestros días —y estoy seguro de que reconoceremos a representantes de ambos en nuestro diario vivir—, pero lo más importante es descubrir con cual me identifico yo, pues ello me ayudará a entender mi realidad espiritual y aún física.
- Dos reyes, dos versiones, dos caminos.
- Una confianza bien fundada, pero que duda.
- Dos fundamentos puestos a prueba.
- La recompensa de una correcta confianza.
Conclusión
Lo que hemos visto, más que la historia de dos hombres poderosos, de dos reyes o de dos estrategas, es la historia y resultados de dos personas que tenían puesta su confianza en cosas, personas y dioses diferentes. La confianza de uno descansaba en el único Dios eterno y santo; y, la del otro, en sus fuerzas y sus dioses fabricados por hombres.
También describe la historia de un hijo de Dios y lo que ocurre con él y con los suyos en la medida que su confianza fluctúa.
Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.
Salmos 40: 4