Sembrando en obediencia

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Cita Bíblica: Proverbios 24:10-12

Introducción

Las palabras leídas en el libro de Proverbios tienen el poder de no dejar indiferente a ningún cristiano; constituyen un poderoso motivo para llevar a la acción al hombre de Dios.

Libra a los que son llevados a la muerte; Salva a los que están en peligro de muerte.

Proverbios 24:11

Ahora bien, ¿Quién es llevado a la muerte? Pues toda persona que aun no ha acudido ante el Señor para ser salvada. ¿Quién le puede dar la buena nueva de que hay salvación en Cristo?, pues Tú y Yo, de ahí que sea tan personal la exhortación: “Libra a los que son llevados a la muerte; Salva a los que están en peligro de muerte.” En nuestro lenguaje cotidiano sería: Da las Buenas Nuevas de salvación a quienes aun no han sido rescatados por el Señor Jesucristo, diles que en él hay salvación, hay libertad, hay redención.

Considerando que estamos en el mes del énfasis misionero, quiero traer ante ustedes a uno de los misioneros más emblemáticos y conocidos, me refiero a David Livingstone; él es un ejemplo de muchos hombres que han sentido su deber, su llamado, el librar a los que son llevados a la muerte; en su caso llevando el mensaje de salvación a pueblos lejanos y desconocidos.

A hombres como David Livingstone se les conoce como misioneros foráneos, hombres y mujeres que van más allá de sus fronteras para dar las Buenas Nuevas de salvación. Al respecto, quisiera destacar de ellos tres aspectos que vemos en su convicción y acción. El primero de ellos es:

  1. Su motivación (El amor y la gratitud a Dios por la salvación recibida.)
  2. Su obediencia (Ella no se encuentra condicionada a los resultados.)
  3. Su seguridad (La seguridad de que la Palabra de Dios nunca volverá vacía.)

Conclusión

Hemos considerado tres elementos fundamentales para realizar una labor misionera efectiva: Primero: una motivación; ésta se encuentra basada en el amor y la gratitud hacia quien nos salvó, y en un llamado imperativo a todos los creyentes: “Libra a los que son llevados a la muerte”.

El segundo elemento, es la obediencia incondicional a Dios, y el tercero, es la seguridad de que la Palabra de Dios no volverá vacía sino que hará lo que Dios quiere (Isaías 55:11).

Todos los cristianos somos constituidos misioneros para testificar: en nuestras casas; a nuestros parientes; a aquellos que trabajan junto a nosotros; a nuestros compañeros de estudio; a nuestros vecinos y a nuestros conocidos.  Algunos recibirán un llamado especial para ir más allá de sus ciudades; otros, para ir más allá de sus fronteras. Cualquiera que sea nuestro llamado, lo importante es cumplir con la misión asignada.

Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

Salmos 126:5,6

Predicador

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski

Fecha

16 de mayo de 2020

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