Queridos hermanos en el Señor Jesucristo:
Les saludo pidiendo a nuestro Padre que su amparo, su paz y su dirección sean con cada uno de ustedes.
En el día de hoy concluiremos con las reflexiones sobre la mayordomía de la mente. Me he detenido un poco más en este tema, pues es demasiado notorio cómo Satanás y el mundo se desviven por conquistar nuestras mentes y, al mismo tiempo, lo descuidado que muchos cristianos tienen esta importantísima área de administración. Cuán saludable es mantener vivo, momento a momento, el consejo de Proverbios 4:23a «Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón».
Aunque sea repetitivo, les insisto en que nos mantengamos orando los unos por los otros; no estamos en tiempo para relajarnos, todo lo contrario, son tiempos para esforzarnos y ser valientes.
Nuestro Señor les proteja, anime y guíe durante la presente semana.
Sergio Oschilewski M.
Pastor I. Bíblica Las Condes
A las 11:00 horas, le invito a incorporarse al Culto Dominical, conectándose a nuestra transmisión directa desde el local de la Iglesia Bíblica Las Condes.
Pasaje bíblico
Hebreos 4: 12, 13.
Introducción
Dentro de nuestras reflexiones acerca de la mayordomía cristiana, nos hemos detenido en forma especial en el capítulo que concierne a la administración de la mente, dividiéndolo en cuatro partes. En la oportunidad anterior abarcamos dos importantes asuntos: el desarrollo del discernimiento espiritual, al que podríamos comparar con los guardias de la mente, recordando a los varones que estaban apostados cuidando las puertas del Templo de Jerusalén para evitar que entrara aquello que lo podía contaminar.
Luego nos ocupamos del tema que se relaciona con el adecuado llenado de la mente. Al respecto, consideramos que no hay mejor contenido para ella que la Palabra de Dios. En seguida, nos enfocamos en el inspirado consejo del apóstol Pablo, quien les dice a los hermanos de Filipos, y con ellos también a nosotros: «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.» Filipenses 4: 8.
Ahora, les invito a concluir este sensible e importante tema.
- Mente y pensamientos.
- La mente y la vida espiritual.
- Los pensamientos de hoy serán las acciones de mañana.
- La mente debe ser administrada.
- Examinándola.
- Limpiándola.
- Eliminando lo que está contaminando.
- Evitando que siga ingresando lo que contamina.
- Aprendiendo a discernir.
- Discernir, separar y desechar.
- Desarrollando el discernimiento.
- Aplicando a diario el discernimiento.
- Llenándola con la Palabra de Dios.
- Haciendo uso de la provisión hecha por Cristo en la Cruz.
- Colocándola bajo la administración del Espíritu Santo.
- El resultado de una buena administración de la mente.
Conclusión
El Señor nos ayude a mantener vivo este tema, que se transforme en parte activa de nuestra vida, pues de la administración de nuestra mente, dependerá que cumplamos o no, con nuestra suprema misión de glorificar a Dios con todo lo que somos y hacemos.
Que nuestro Dios y Salvador continúe realizando día a día en cada uno de nosotros las transformaciones que van haciendo de nuestra mente, y con ello de todo nuestro ser, personas dignas de llamarse: hijos de Dios y embajadores en nombre de Cristo.
Cuidemos con nuevo celo el acceso hacia los lugares recónditos de nuestro ser, no permitamos que el templo del Espíritu Santo, en todas sus dimensiones, sea ensuciado con basura del mundo.
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
1ª Tesalonicenses 5: 23