Algunos conceptos importantes de aclarar
¿Qué es un misionero?
En un sentido muy amplio, podemos decir que todo cristiano es un misionero, pues todos estamos llamados a ser instrumentos para la exaltación de la Gloria de Dios, llevar el Evangelio a nuestro prójimo, orar, desarrollarnos como cristianos y otras tareas que pueden ser más específicas.
En un sentido más restringido, llamamos misionero a la persona con un llamado especial y comisionada por una iglesia local para cumplir las tareas de predicar el evangelio y fundar iglesias en un determinado lugar, que puede estar en el mismo país o fuera de él.
¿En qué consiste el programa de misiones de nuestra Iglesia?
Conscientes de que la labor misionera debe ser apoyada por las iglesias locales, nuestra iglesia cuenta con un programa para este fin, el cual se basa en el «Compromiso Promisiones». El apoyo es entregado, tanto a misioneros como a misiones desarrolladas por grupos cristianos, como es el caso de la radio BBN o la fundación «Nacerán». También se han incluido a pastores e iglesias que requieren de un apoyo especial.
Pastor Sergio Oschilewski Malinowski
Iglesia Bíblica Las Condes
Lectura Bíblica
Manzana de oro con figuras de plata
Proverbios 25: 11-13
Es la palabra dicha como conviene.
Como zarcillo de oro y joyel de oro fino
Es el que reprende al sabio que tiene oído dócil.
Como frío de nieve en tiempo de la siega,
Así es el mensajero fiel a los que lo envían,
Pues al alma de su señor da refrigerio.
Como el agua fría al alma sedienta,
Proverbios 25: 25
Así son las buenas nuevas de lejanas tierras.
Introducción
Aun cuando tenemos un amplio mundo donde realizar obra misionera, ya sea viajando a los lugares necesitados de la Palabra, ya sea apoyando a quienes, teniendo un llamado especial, viajan, no debemos olvidar jamás, que la obra empieza por Jerusalén, es decir por nuestra ciudad, nuestro entorno social, nuestra familia ampliada e, ineludiblemente, aquella parte de mi familia con quien comparto el mismo techo.
En esta oportunidad les quiero invitar a considerar los dos tipos de ministerios misioneros antes mencionados, aquellos que se realizan lejos por mano de personas llamadas y formadas en manera especial y aquellos que no solo están a mi alcance para ministrarles, sino que estoy comisionado para hacerlo.
- Almas lejanas.
- Almas cercanas.
- Almas bajo mi techo.
Conclusión
El llamado es a mirar con catalejo hacia los campos lejanos, orar por ellos, aportar para que el Evangelio sea difundido en ellos, incluyendo el obedecer el llamado, si el Señor dice: «ve allá». No obstante lo anterior, debemos cuidarnos de que mientras nuestra atención se encuentra en los lugares más allá de nosotros (2ª Corintios 10: 16b), no descuidemos los lugares y personas que están muy cerca de nosotros, posiblemente, frente a nosotros.
Como el agua fría al alma sedienta, Así son las buenas nuevas de lejanas tierras.
Proverbios 25: 25
porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.
1ª Timoteo 5: 8