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Himnos
Amados hermanos, muy buenos días:
Aun cuando para los cristianos renacidos, la pasión, muerte y resurrección del Señor, son hechos muy importantes, por lo que son recordados en forma vívida durante todo el año, para otros (que no son pocos), sólo son recuerdos que se despiertan para la llamada «Semana Santa». Por la razón anterior pidamos al Señor la oportunidad y la sabiduría para hablar y testificar durante estos días en los que hay una mayor apertura para tratar estos temas trascendentales.
El Señor bendiga el mensaje de hoy, el cual será entregado por nuestro hermano Julio, y tratará sobre los padecimientos de nuestro Señor en la Cruz, tormentos sufridos por amor al mundo perdido, lo que nos incluye, a ti y a mí.
Es mi oración que el Señor bendiga vuestro culto y fructifique Su palabra que hoy será expuesta.
Sergio Oschilewski M.
Pastor I. Bíblica Las Condes
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Pasaje bíblico
Mateo 27:45-50
Introducción
Cuando cada año se acerca la semana más importante para la cristiandad, semana conocida como, santa o semana de pascua, es inevitable no recordar y meditar en la cruz de Cristo, aunque para los creyentes no es solo una semana, sino que el recordar la cruz de Cristo es algo diario, porque ahí están los fundamentos de nuestra fe, y por supuesto, la seguridad de nuestra salvación.
Cuando analizamos con algún detalle los padecimientos que Cristo sufrió en la cruz, no dejamos de admirarnos de la grandeza de nuestro Salvador, y de lo costoso que le fue alcanzar nuestra paz, es por eso que el creyente nunca debe apartar la vista de la cruz de Cristo, porque de ahí nace el eterno agradecimiento y amor que sentimos por nuestro Salvador.
Hoy los invito a seguir algunos padecimientos que Cristo sufrió en esa cruz, que permitieron que el camino de la salvación fuera abierto para nosotros.
- La soledad de la Cruz.
- La burla de los pecadores.
- La entrega voluntaria de Su Espíritu.
Conclusión
Sin duda alguna, comprender en su totalidad la obra de Cristo en la cruz es tarea muy difícil, y creo que, aunque hoy vimos algunos puntos, solo pudimos tocar el borde de sus santos vestidos. Pero, creo que los que hemos sido tocados por el Espíritu de Dios y hemos recibido comprensión para que pudiéramos apreciar, aunque solo un poco de ella, no podemos de dejar de apreciar esa hermosa Cruz.
Nuestro Señor fue clavado a ella, pero nuestros pecados también, Cristo fue abandonado por nuestros pecados, para que el justo juicio divino que nos correspondía lo llevara él en sustitución por nosotros. Cristo fue desamparado, pero con un solo propósito, para que el camino de la salvación eterna estuviese abierto para todo aquel que pone su fe sobre Él.
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
1ª Corintios 2:2