Estimados hermanos en la fe:
Al iniciar un nuevo año de actividades, resulta especialmente relevante que el Señor avive nuestras motivaciones, nos otorgue nuevas fuerzas y nos aclare lo que es su visión para nuestras vidas y la iglesia local. En realidad, esto lo requerimos en forma constante, pues somos dados a dejarnos llevar por la inercia, nuestras fuerzas decaen y la visión tiende a ponerse borrosa hasta, incluso, desaparecer.
Hermanos, los tiempos no están para relajarse, ni para la desidia; todo lo contrario, todos los que formamos parte de la Iglesia del Señor Jesucristo, debemos reavivar nuestras oraciones, buscando en forma diaria el rostro del Señor y su buena voluntad, así como participando en forma activa del servicio al que somos llamados.
Avívame en tu camino. Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme.
Salmos 119: 37b-38
Sergio Oschilewski Malinowski
Pastor Iglesia Bíblica Las Condes
Lectura Bíblica
Juan 3: 1-8.
Introducción
En el diálogo entre Jesús y Nicodemo notamos que el Señor deja perplejo al distinguido fariseo cuando le dice que para ver el reino de Dios debe nacer otra vez. Lo que el Señor le está haciendo ver es que la condición en la que se encuentra el ser humano en su forma natural es tan defectuosa (mala), que no hay reparación o sanidad para él, solo queda que nazca de nuevo.
Existe en el museo Mozart, en Salzburgo, un famoso óleo del pintor Joseph Lange, pintado en Viena en 1789 en el que se ve a Wolfgang Amadeus Mozart aparentemente sentado, frente a un clavecín, piano o similar. Lo que llama la atención es que el cuadro nunca fue terminado. Mozart murió en 1791, por lo que el cuadro quedó inconcluso.
No podemos saber si el músico está interpretando una obra musical o simplemente tiene las manos inmóviles ante las teclas o bien, quizás, ni aun toca las teclas. Solo tenemos a un Mozart concentrado, aparentemente, observando algo. Por estar el cuadro incompleto, mucho de lo que se pueda decir de él es solo especulación.
Tenemos, por lo tanto, un cuadro incompleto, con lo que podemos decir que el cuadro nos muestra a un hombre inacabado; inacabado en su anatomía, incompleto en su quehacer, incompleto en sus intenciones.
Pienso que esta pintura constituye una buena representación de la condición en la que quedó el ser humano luego de que sus ojos fueran abiertos por comer del fruto prohibido; es un cuadro que representa al ser humano que aún no ha acudido a Cristo para ser completado.
- Una obra perfecta.
- Una obra dañada.
- Desobediencia y retribución.
- Resultado de la retribución.
- Una obra reconstruida.
Conclusión
El único que podría completar el famoso cuadro en el que encontramos a un Mozart incompleto es su autor, el pintor Joseph Lange, a quien pertenece la obra; del mismo modo, el único que puede restaurar a un ser humano es su autor, el Creador, el artista que lo conformó y le dio sentido. ¿Estás dispuesto a ponerte en sus manos para que el Espíritu Santo realice el milagro de la recreación?
y vosotros estáis completos en él
Colosenses 2: 10a