Cita Bíblica: Habacuc 3:1-19
Introducción.
En nuestra última navegación por el libro de Habacuc, quedamos sumidos en un sobrecogedor silencio: «Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra.» —Habacuc 2:20.
Ahora, nos encontramos con la última oración, la cual cierra este documento.
Recordemos que Habacuc comienza su libro reclamando por lo que él considera falta de acción de parte de Dios, ante el mal comportamiento de los habitantes de Judá. Luego, el profeta recibe respuesta del cielo, en la que se le dice que Dios castigará a su pueblo usando a Babilonia como instrumento.
Entonces, Habacuc vuelve a orar, incómodo, porque no puede admitir que su pueblo sean castigados, por medio de una nación tan pagana, tan malvada y soberbia como es, Babilonia. El Señor, una vez más le responde para decirle que, aunque Babilonia es poderosa y será usada como instrumento de disciplina sobre Judá, tampoco quedará sin castigo pues Dios sabe de su maldad.
Finalmente, Habacuc, ora una vez más al Señor, una oración en forma de un salmo.
Esta oración la podemos dividir en cuatro partes fundamentales:
- INTRODUCCIÓN Habacuc 3:1, 2
- EXPOSICIÓN DE LOS HECHOS PODEROSOS DE DIOS Habacuc 3:3-15
- EL HORROR DE LO QUE VIENE Habacuc 3:16
- DECLARACIÓN DE PLENA CONFIANZA Habacuc 3:17-19
Conclusión.
¿Qué ocurre hoy, podemos concluir lo mismo que Habacuc? Pensemos:
Hoy también podemos declarar la grandeza de Dios, y aun más enfáticamente que Habacuc, porque nosotros hemos sabido de acontecimientos que él no conoció: además de todas las maravillas recordadas por el Profeta, nosotros también sabemos, de la restauración de Israel en tiempos de Esdras y Nehemías; sabemos de la venida del Mesías; sabemos del nacimiento de la Iglesia; sabemos del desarrollo y milagros que han seguido a la Iglesia hasta nuestros días.
Luego, sabemos de las tribulaciones que vienen sobre la raza humana. Tenemos, por ejemplo, a Zacarías, al mismo Señor Jesús, a las cartas apostólicas, incluyendo al libro de Apocalipsis, que nos relatan lo que vendrá: la Gran Tribulación y los juicios posteriores.
Finalmente, podemos declarar, por la misma palabra del Señor, que pase lo que pase en la tierra, el Señor nos hace y hará andar en sus alturas. Podemos decir, sin lugar a dudas: «Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en Dios de mi salvación.» —Habacuc 3:18.
… mas el justo por su fe vivirá.
Habacuc 2:4b