¿Qué haremos?

Cita Bíblica: Juan 11:45-57

Introducción.

El relato del evangelio de Juan nos muestra una serie de acontecimientos que sucedieron después de la gran Señal que Cristo realizó con Lázaro. Nos muestra lo que sucedió inmediatamente después de este acontecimiento y lo que sucedió con el Concilio de Israel. Juan relata el diálogo que se sostuvo y la resolución que se tomó.

El pasaje es muy interesante porque relata la discusión que se llevó entre ellos, y la reacción que provocó Cristo con sus señales. Este acontecimiento se encuentra cerca de la pascua de los judíos, donde Cristo sería crucificado.

En el diálogo vemos una serie de anuncios de hechos que sucederían más adelante y que serían vistos por todo un pueblo.

El personaje central del diálogo es Cristo y la discusión por sus señales; dentro de esa discusión salta una pregunta que todo hombre debe hacerse y que es el título del mensaje: ¿Qué Haremos? Los invito a ver algunas cosas interesantes de ese diálogo que se sostuvo dentro del Sanedrín, y del cual, Juan con su evangelio, nos hace testigos.

Lo primero que salta a la vista es la preocupación por las señales de Cristo.

I. LA SEÑAL
II. LA REACCIÓN
III. LA PROFECÍA

Conclusión.

Dios diseñó un plan para la salvación del hombre. Desde la caída de Adán se ha manifestado al ser humano de diversas maneras; ha comunicado una y otra vez, a lo largo de las edades, la manera de llegar a la salvación; Él se ha encargado de ir tras el hombre, aunque éste crea que él va tras Dios; es Dios que una y otra vez se acerca al hombre y es paciente con él.

En su plan nos muestra su amor, misericordia y bondad, pero por sobre todo, ha mostrado su infinita gracia, que se evidencia en la entrega de Cristo en la Cruz, para salvación de los hombres.

Cristo mostró sus credenciales y las sigue mostrando; hizo y hace infinidad de Señales para manifestarse y ser reconocido. Dios se ha encargado que todos los hombres, por muy lejanos que se encuentren, conozcan de Cristo. La pregunta: ¿Qué haremos con Él? Es algo que cada uno debe contestar; no solamente fue válida para los hombres del Concilio, es válida para cada hombre que se encuentra con Cristo, es válida para cada pecador.

Las profecías en cuanto al Salvador no se detienen, aunque sus enemigos lo deseen, ya no hay vuelta atrás, ya no necesitamos a Caifás para conocerlas. La Biblia las entrega con claridad y debemos ser capaces de reconocerlas cuando las veamos cumplirse.

Predicador

Hermano Julio Salvador Álamo

Fecha

19 de marzo de 2017

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