Cita Bíblica: Levítico 23:33-44.
Introducción:
En el día de hoy quiero invitarles a meditar en el significado de una de las grandes celebraciones instituidas durante la dispensación de la ley de Moisés, una de las llamadas fiestas mayores, también conocida como: Fiesta de Sucot, fiesta de las Cabañas, fiesta de los Tabernáculos o fiesta de las Cosechas. Se trata de una fiesta alegre y familiar.
Esta celebración que implicaba la construcción de enramadas, en las cuales el pueblo debía vivir por unos días, nos trae a la mente, la idea de una construcción de alguien que está de paso y que necesita guarecerse momentáneamente. Se trata de un refugio que se usará por muy poco tiempo.
Todas las ideas anteriores son parte de lo que Sucot quiere transmitir, pero también tiene un elemento que usualmente no asociamos con lo frágil y efímero, es la idea de alegría y festividad. Por otra parte, esta importante fiesta encierra también una profecía de gran trascendencia.
A continuación les invito a considerar, ordenadamente, estas ideas.
I. HISTORIA
II. UNA MORADA FRÁGIL
III. LA MORADA DE UN
A) La morada de alguien que está de paso
B) La iglesia es también peregrina
IV. UNA MORADA PARA SER USADA POR POCO TIEMPO
V. UN RECORDATORIO ALEGRE
VI. UNA PROFECÍA PARA ISRAEL
Conclusión:
Con esta fiesta cerramos un ciclo de tres fiestas: la de las Trompetas; la del Día de la Expiación y la de los Tabernáculos. La primera llama a la contrición; la segunda es la respuesta del cielo dando una solución para alcanzar la paz con el Señor; y la tercera, es la invitación final para compartir de la vida con el Señor en el Reino Mesiánico.
Para la Iglesia el estudio de esta fiesta le hace recordar su calidad de peregrina en el mundo, hasta el momento en que es llamada a dejarlo, para ir a morar para siempre en la patria celestial.
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;” Fil. 3:20