Obedecer, esperar, buscar y confiar

Cita Bíblica: Deuteronomio 31:1-8, 14

Introducción: ¿Por qué el Señor escoge a ciertas personas para realizar grandes misiones? Quiero invitarles a buscar juntos, algunas respuestas para esta pregunta, usando como referente a ese gran varón de Dios, que fue Josué.

Moisés fue el libertador y luego el guía que llevó por el desierto, por más de 40 años, a todo un pueblo calculado en unos 3.000.000 de personas. Cabe aquí una pregunta ¿qué sucedería cuando Moisés ya no estuviera? ¿Quién reemplazaría a Moisés?

El libro de Números, nos informa que los varones israelitas (excluyendo a los levitas) mayores de 20 años y aptos para salir a la guerra sumaban seiscientos tres mil quinientos cincuenta (Núm.1:45, 46). Por lo tanto, los varones adultos, que podrían ser candidatos para suceder a Moisés, constituían varios millares.

Entonces, ¿Por qué fue Josué el sucesor de Moisés y no otro? ¿Qué había en Josué que faltaba en otros?

La persona elegida no sólo sería la que continuaría con la tarea de Moisés, sino que, también la que haría entrar a todo el pueblo hebreo a la Tierra Prometida. Además, esto implicaría la gigantesca labor de conquistar a los pueblos fuertes y malvados que ocupaban esas tierras. Luego, estaba la compleja y delicada misión de distribuir la Tierra entre las tribus de Israel.

¿Por qué Josué? Descubrimos que aun antes de su llamado especial, Josué fue una persona:

I. OBEDIENTE A DIOS (Éxodo 17:8-10)
II. CAPAZ DE ESPERAR EN DIOS (Éxodo 24:13, 18; 32:17)
III. QUE BUSCÓ LA PRESENCIA DE DIOS (Éxodo 33:11)

IV. QUE CONFIÓ EN DIOS (Números 14:6-9)

Conclusión: Creo que ya sabemos porque Josué fue elegido para tan grandes tareas. Pregunto ahora: ¿Qué te diferencia de Josué?

Alguien puede estar pensando: “Pastor, no sea exagerado, Josué fue un gran personaje.”

A esta persona le respondería: “Si, lo sé, pero, ¿por qué no lo eres también tú?”

Creo que muchas veces, simplemente no nos interesa ser una persona usada por Dios para cumplir sus propósitos, nos interesan mucho más los distractores pasajeros del mundo.

Aún cuando, lo más seguro es que, nuestras tareas serán diferentes a las encomendadas a Josué, podemos tener la certeza de que Dios también espera de nosotros que desarrollemos las siguientes cualidades antes vistas: Obediencia, paciencia, búsqueda de la cercanía de Dios y confianza.

¿Parece difícil llegar a ser como Josué? La Biblia nos tiene una sorpresa, ella nos revela que Dios quiere que seamos más que Josué, que seamos como Cristo.

Sin embargo, la gigantesca distancia que nos separa de nuestro objetivo puede ser acortada diariamente mediante los elementos que nos ha dejado Dios mismo: Su triunfo en la Cruz; Su Palabra; la oración y el Espíritu Santo.

Predicador

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski

Fecha

8 de marzo de 2015

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