Muy apreciados hermanos:
Jesús dijo: «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da (…)» (Juan 14: 27a). El ser humano busca lo que llama «paz interior». En su exploración suele dar largos recorridos indagando por aquí y por allá. En ocasiones, se encuentra con experiencias a la que, ilusamente, identifica con la anhelada paz engañándose a sí mismo. Solo cuando se encuentra con Cristo como Salvador viene a descubrir la verdadera y anhelada paz; aquella paz que está basada en el nuevo nacimiento y la comunión restablecida con Dios.
Demos gracias al Señor por la paz, que sobrepasa a todo entendimiento, que ha dado a nuestro corazón.
Pastor Sergio Oschilewski Malinowski
Iglesia Bíblica Las Condes
Lectura Bíblica
1ª Corintios 12: 12-27.
Introducción
Exponiendo acerca de los dones del Espíritu, el apóstol Pablo aprovecha a darnos una excelente ilustración de cómo la iglesia se asemeja a un cuerpo humano. Describe su complejidad y su unidad a pesar de sus múltiples componentes que cumplen diversas funciones, pero todas sirviendo a un objetivo común: el buen y armónico funcionamiento del cuerpo.
Es así como las diversas partes, cumpliendo cada una su tarea en forma correcta, permiten que el cuerpo cumpla con todas las tareas para las cuales fue concebido por su Creador.
- La Iglesia como un cuerpo.
- La diversidad natural.
- Desacuerdos.
- Normales
- Anormales
Conclusión
Demos gracias por ser parte de este conjunto de hermanos rescatados por la eternidad por Cristo Jesús, llamado la Iglesia, el cuerpo de Cristo. Demos gracias por el privilegio de ser una pieza importantísima dentro de la iglesia local a la cual pertenecemos. Demos gracias por servir a los hermanos y por contribuir a los objetivos que Dios tiene para esta Congregación.
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
Romanos 12: 4-5