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Himnos
Les saludo deseando encontrarles con buena salud y mucha paz:
Nunca dejaré de sorprenderme por la gran cantidad de ejemplos y lecciones que se encuentran en las Sagradas Escrituras, útiles para edificarnos, animarnos, corregirnos y fortalecernos en cada etapa y situación por la que podamos pasar durante nuestro peregrinaje en la tierra. En esta oportunidad, les invito a repasar algunos episodios de la vida del gran Caleb, episodios que pueden ayudarle a vivir y pasar por los momentos actuales.
El Señor le bendiga y ayude a aplicar estas lecciones con más de tres mil años de antigüedad, pero tan frescas y útiles como si hubiesen sido vividas y escritas en el día de hoy.
La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros.
1ª Co.16:23
Sergio Oschilewski M.
Pr. I. Bíblica Las Condes
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Pasaje bíblico
Josué 14:6-14
Introducción
En el pasaje bíblico leído nos encontramos con un gran varón de Dios, Caleb hijo de Jefone, quien le recuerda a otro renombrado varón de Dios, Josué hijo de Nun, un episodio que había sucedido hacía más de cuarenta años.
Recordemos aquí, que luego de la liberación y salida de Egipto, del pueblo de Israel, éste llegó a las puertas de la Tierra Prometida, la cual debía ser conquistada (Números 13).
Como una medida estratégica se enviaron a 12 espías, cada uno, príncipe representante de una tribu, con el fin de conocer el terreno que se iba a conquistar. Los 12 príncipes, exploraron la tierra y al cabo de un tiempo regresaron con su informe.
Resultó que el informe de 10 de ellos fue muy malo, pues, en lugar de dar cuenta de la tierra, de sus ciudades, de sus debilidades, de los lugares estratégicos para acampar y atacar (Números 13:18-20), ellos, con un corazón pusilánime, comenzaron a desmoralizar al pueblo, lamentándose por la grandeza del enemigo y la imposibilidad, según ellos, de conquistarlos.
Sólo dos príncipes, se mantuvieron en la voluntad de Dios; sólo dos de ellos miraron con la vista que Dios otorga a sus hijos fieles: Caleb, de la tribu de Judá y Josué de la tribu de Efraín.
Fue Caleb quien no pudo escuchar más las quejas de los otros 10 espías, y dijo resueltamente, con su corazón firme en Dios: «Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos» (Números 13:30). Pero, los otros príncipes con una mirada totalmente carnal, se quejaron diciendo: “No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.” (Números 13:31).
Luego, el corazón de todo el pueblo se fundió como cera y hablaron contra Dios, y soplaron aires de sedición contra Moisés y Aarón.
Entonces, Dios decide que ese pueblo no entraría a la tierra prometida y que por los próximos 40 años (Números 14:33, 34) serían un pueblo que moraría en el desierto, mientras moría, uno a uno, toda aquella generación que había sido rebelde. Solo Caleb y Josué entrarían en la Tierra Prometida.
Ahora, nos encontramos 45 años después de la rebelión antes descrita, y vemos a Caleb tan fiel y esperanzado, como en aquel entonces, esperando su oportunidad para actuar y recibir lo prometido.
- La fe sostenida en medio de la incredulidad
- La fe que perdura en el tiempo
- La fe que recompensa a su poseedor
Conclusión
Puede que tú te encuentres hoy frustrado por culpa de otros. Has hecho las cosas bien y, sin embargo, pareciera que las hiciste mal.
El ejemplo de Caleb, y de muchos otros, está ahí para que tomes ánimo.
No cometas el error de caer en una espiral de frustración que, de alguna manera, detendrá tu vida. Tampoco pierdas tu valioso tiempo esperando momentos mejores para empezar a buscar tu realización y comenzar a ser feliz. No desperdicies tu tiempo, y con ello tu vida en el presente, y vive el hoy, productivamente para el Señor, esperando el tiempo de las victorias por venir.
Si tu fe está bien fundada, entonces vive el hoy, esperando con certeza las maravillas del mañana.
para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
1ª Pedro 1:7