Queridos hermanos:
Una de las maravillas de pertenecer a una iglesia local, es contar con una familia de oración, en la cual se está inmerso. Es tranquilizador, estimulante y hermoso saber que puedo contar con mis hermanos para apoyarme en oración, especialmente, cuando estoy en angustias y problemas. De igual manera, es también hermoso alabar y agradecer con esta inigualable familia.
Que la Gracia y la Paz del Señor sobreabunden en vuestras vidas.
Sergio Oschilewski Malinowski
Pastor Iglesia Bíblica Las Condes
Lectura Bíblica
Jonás 3: 3-10.
Introducción
Luego de que Jonás hubiera pasado por el «cuarto de aprendizaje», fue puesto a prueba; ¿habría aprendido su lección? En el capítulo 3: 1 leemos: «Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.» (Jonás 3: 1-2). Esta vez, Jonás no pone objeciones, en su lugar, se nos informa en el verso 3 que: «se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová.» (Jonás 3: 3a). En esta respuesta vemos aprendizaje, vemos obediencia, vemos una nueva capacidad de sacrificio, vemos negación de sí mismo.
- En Nínive (Jonás 3: 3-4).
- Una reacción sorprendente (Jonás 3: 5-9).
- Extensión de la misericordia divina (Jonás 3: 10).
Conclusión
La experiencia de los ninivitas y la paciencia del Señor, quien no quiere castigar sino salvar al condenado, nos ofrece una tremenda ilustración de lo que ocurre hoy con el pecador persistente. Al respecto, Dios dice por medio del apóstol Pedro: «El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.» (2ª Pedro 3: 9). Debemos entender, primeramente los cristianos, que el hecho de que el Señor no haya regresado aún, no es por tardanza, sino debido a la paciencia, a la misericordia divina tan bien demostrada en el libro de Jonás, dando con cada nuevo día de paciencia, veinticuatro horas más de oportunidad a personas a las que solo les espera juicio y dolor eterno.
Para nosotros, los que ya hemos arreglado nuestras cuentas con el Señor, es también una doble oportunidad; la de madurar y la de predicar el mensaje de reconciliación que, al igual que a Jonás, nos fue encargado.
convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.
Joel 2: 13b
