Muy amados hermanos:
El alejamiento constante de Dios por parte de la humanidad ha llegado al punto en que la calidad de «ser humano» está pasando a ser considerada por muchos como solo una característica más de una de las especies del reino animal y no la característica que hace a una parte de la creación algo totalmente diferente a todo lo creado. Solo volviendo a las páginas del Génesis podemos entender lo muy especial que es el «hombre» y recuperar nuestro centro de gravedad para restablecer nuestra visión de cuál es nuestra relación con Dios y el cosmos.
Les saludo con mucho cariño, recordando las palabras del Salmo 34:
Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.
Salmos 34: 8
Sergio Oschilewski M.
Pastor I. Bíblica Las Condes
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Cita bíblica
Génesis 1: 26-31.
Introducción
Hemos llegado a un punto en el pensamiento occidental en el que muchas personas insisten en no ser más que animales inteligentes, razón por la cual hoy los cristianos nos vemos en la obligación de recordar y confirmar, una vez más, la posición bíblica que establece que los seres humanos somos seres únicos y diferentes a todo animal.
El materialismo ha logrado enfermar a la sociedad usando a una parte del mundo científico para que se crean animales «más evolucionados» o más aventajados respecto a los demás seres del reino animal.
Hoy es muy común escuchar términos que hasta hace poco solo se aplicaban a los animales, usándolos para los seres humanos, o bien viceversa, términos solo aplicables a los seres humanos aplicándolos a los animales; enfatizándose que en el fondo no hay diferencia entre ellos y nosotros.
Por otra parte, se habla de los derechos de los animales y de la naturaleza, sin saber, o entender, que sobre ese tema las cosas ya están establecidas claramente en las Escrituras.
Es notorio cómo la porfiada insistencia de esos principios naturalistas y antibíblicos, han logrado poner en duda, e incluso cambiar las costumbres y el vocabulario de muchos, incluyendo a no pocos cristianos.
Una vez más, les invito a que con reverencia abramos las páginas del Génesis para dejar que nos recuerde e instruya sobre el plan de Dios para la Creación. Comencemos buscando información sobre la creación y funciones originales del ser humano; al hacerlo, descubrimos que se trata de una creación extraordinaria y extraordinariamente especial:
- En cuanto a su Creación.
- Un consejo.
- Creación personalizada.
- Un soplo.
- A imagen de Dios.
- En cuanto a su estructura biológica.
- Estructuras y funcionamiento.
- Su diseño y formas.
- En cuanto a sus estructuras psicológica, moral y espiritual.
- Inteligencia.
- Afectos.
- Voluntad.
- Crear y descubrir.
- Conciencia.
- Conciencia de sí mismo.
- Capacidad de conocerse a sí mismo.
- En cuanto a su posición en la Creación.
Conclusión
Una de las razones por las que insistimos tanto en la lectura personal y diaria de las Sagradas Escrituras, es para no perder el rumbo en medio de las mil voces que nos tratan de desorientar todos los días. Ante las preguntas: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿para qué estoy aquí? y ¿hacia dónde voy?, solo tu Creador te las puede responder y no se ha quedado corto en palabras para satisfacer tu natural inquietud, las cuales siguen estando imperturbables y desafiantes en La Biblia.
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Génesis 1: 28