Cita Bíblica: Juan 4:35-38
Introducción.
En la lectura efectuada, el Señor decía a sus discípulos que hay campos listos para segar, pero ellos no podían verlos, pues requerían alzar la mirada para ver y comprender.
¿Cuántas veces nuestros ojos se posan sobre alguien sin verlo?
¿Cuántas veces compartimos con personas por años, sin embargo no las conocemos ni le hablamos del Señor?
¿Cuántas veces nos piden ayuda espiritual y pasamos sin escuchar?
¿Con cuántas personas reímos, y aun lloramos, y sin embargo jamás le hemos dicho lo que Dios les vino a ofrecer?
¿Dónde están los campos que son de nuestra incumbencia?
Les invito a hacer un recorrido por tres campos donde puede haber trigo listo para ser cosechado, o bien, tierra preparada para ser sembrada o cultivada.
El primer campo que quiero presentarles está muy cerca de cada uno de nosotros.
I. MI FAMILIA
II. YO
III. LOS LEJANOS
Conclusión.
Todo cristiano debe tener visión misionera, entendiendo que esto no significa, necesariamente, tener que salir del país a predicar. La visión y/o pasión misionera se manifiesta de muchas maneras, puede ser como: pasión por hablar del Señor a quienes tengo cerca de mí; necesidad de orar por esas almas y por otras que se encuentran lejos; orar por las personas que llevarán el mensaje más allá de mis posibilidades; animando y ayudando a sostener a aquellos que tienen el llamado de ir más allá a predicar; organizando con la iglesia local programas que motiven el tema misionero; etc.
“Libra a los que son llevados a la muerte; Salva a los que están en peligro de muerte.” Proverbios 24:11