Cita Bíblica: 1ª Corintios 3:21-23
Introducción: Hemos estado considerando un conjunto de tesoros que todo cristiano posee. Se trata de aquellos que tú y yo tenemos desde el día que recibimos a Cristo como nuestro salvador.
La vez anterior, habíamos reflexionado en tres de ellos: el hecho de haber nacido de nuevo; el hecho de tener la Biblia con nosotros, y el hecho de contar con la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Hoy les invito a continuar en esta toma de consciencia de aquellas grandes posesiones que nos han sido entregadas en nuestra calidad de renacidos.
El próximo tesoro que les invito a considerar, y que todo cristiano posee es:
I- LA MENTE DE CRISTO 1ª Corintios 2:16
II- DIRECTA LLEGADA AL PADRE POR JESUCRISTO Hebreos 4:16
III- UNA HERENCIA INCORRUPTIBLE 1ª Pedro 1:3, 4
Conclusión: La próxima vez que te sientas abrumado por las tendencias actuales, por las palabras altisonantes de alguna persona que se escuda tras el rótulo de científico, intentando dar un toque serio a palabras bárbaras que atentan contra el Creador y su obra; cuando veas que los legisladores y juristas han enloquecido desafiando al Juez de jueces; cuando experimentes la incomodidad y el dolor de oír y ver en el día a día la franca provocación a los principios divinos, entonces, recuerda que ellos no tienen la mente de Cristo, ellos no son sabios. No eres tú el que está mal, si es que te mantienes en oración y navegando en la Palabra de Dios. Es la sociedad sin Dios la que se encuentra ciega, sorda y enferma. Piensa en que tu capacidad de ver supera a la del mejor científico o a la del matemático más inteligente, pero incrédulo.
Por otra parte, cuando sientas que no tienes influencias en este mundo, piensa que tienes llegada directa al creador del universo y del hombre, al juez de jueces y rey de reyes. Cuando te sientas pobre, piensa en estas riquezas inconmensurables que ya posees. Una pregunta muy importante es: ¿qué estás haciendo con toda esa riqueza recibida? ¿Por qué la usas y disfrutas tan poco?