Solo con los labios


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Lectura bíblica

Mateo 15: 1-14.

Introducción

Los acontecimientos narrados en el Evangelio de Mateo, nos muestran algo muy habitual durante el ministerio del Señor, que es la disputa constante que tenían los principales del pueblo con Él. En este caso, podemos ver a los fariseos y escribas, pero no nos olvidemos nunca que el Señor lidió con muchos grupos distintos y de diferentes creencias y tendencias religiosas: saduceos, herodianos, doctores de la ley, sacerdotes de distintas tendencias, entre otros.

Ellos, en sus constantes esfuerzos por atrapar al Salvador en alguna falta contra las normas de Dios y, más aún (y con mayor celo), contra sus propias normas, eran implacables.

Debido al éxito del ministerio del Mesías y a su creciente popularidad, los ataques se volvieron más organizados y violentos en la medida que pasaba el tiempo. Esto despertó la atención del Sanedrín y se vieron en la necesidad de hacer algo drástico para detener la creciente atracción del pueblo hacia este famoso profeta de Nazaret.

Y es así como nos encontramos con el relato de hoy, donde este grupo de enemigos de Cristo levanta acusaciones falsas y mal intencionadas contra sus discípulos, pero, en el fondo, contra Cristo mismo. Veamos algunas cosas de lo sucedido en este relato.

  1. La acusación (Mateo 15: 1-2).
  2. La defensa (Mateo 15: 3-6).
  3. La enseñanza (Mateo 15: 7-14).

Conclusión

Este pasaje tiene una enorme importancia para la iglesia de Cristo en el día de hoy, pues es una llamada a analizar nuestro corazón y ver qué queda todavía de las tradiciones humanas. Los que decimos que tenemos lealtad a Dios, debemos someter a prueba nuestras doctrina y prácticas al tenor del único canon o regla aceptada que no es otra que la Palabra de Dios.

Lo anterior implica una diaria comunión con Cristo, implica oración y meditación diaria. A veces escuchamos decir: «llevo mucho tiempo sin orar y leer La Biblia». Creo que es imposible entender las cosas básicas de Dios si estamos así, porque a la larga terminaremos igual que los fariseos.

Los capítulos más difíciles de digerir de Apocalipsis son los tres primeros, porque nos hablan a nosotros y nos enfrenta con el posible fariseísmo que podamos haber desarrollado. Nos fascina lo que sigue, pero déjeme decirle que esos tres son los más importantes para usted y para mí, por lo que debemos poner especial atención en ellos.

No seamos ciegos, porque es la ceguera espiritual lo que impide discernir que la fuente de la contaminación no está en lo que comemos, ni en las practicas externas sino en el corazón.

Predicador

Hermano Julio Salvador Álamo

Fecha

2 de abril de 2023

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