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Alabanzas
Cita Bíblica: Lucas 24:1-8
Introducción.
El relato en el Evangelio de Lucas de la resurrección de Cristo, nos cuenta que muy de mañana vinieron un grupo de mujeres al sepulcro; Mateo nos señala que al amanecer; Marcos también expresa que fue muy de mañana; y el evangelista Juan, nos dice que fue de mañana, y agrega otro dato: que aún estaba oscuro.
Más que señalar un tiempo, los Evangelios nos muestran la devoción de estas mujeres por Cristo, y así como fueron las últimas en abandonar la cruz de Cristo, fueron las primeras en acudir a la Tumba esa mañana gloriosa.
Ellas fueron apenas se les hizo posible salir de sus casas. El texto original nos dice que después del día de reposo, que era el sábado. Por lo tanto, fueron el primer día de la semana, el domingo; más precisamente, ellas acudieron a la primera señal del alba de ese domingo.
Pero lo importante no es la hora, Lo realmente importante es considerar: ¿a qué iban estas mujeres a la tumba de Cristo? ¿Qué esperaban encontrar ahí esa mañana?
- Una mañana gloriosa
- Una piedra removida
- Una pregunta fundamental
Conclusión.
Estas mujeres fueron a la Tumba esperando ungir el cuerpo del Señor, muy de mañana y preocupadas por la gran roca que cubría la entrada.
Estas mujeres piadosas fueron sorprendidas y sintieron temor al ver lo que pasaba; ellas se encontraron con el más grande de los acontecimientos de la humanidad, y fueron bendecidas con la mayor y más gloriosa noticia anunciada por los propios ángeles. A lo anterior, se suma el que les fue encomendada una gran misión, quizás la más grande a la que pueda aspirar una persona, les fue dado el honor de anunciar tan bella noticia.
Como creyentes, debemos observar con cuidado estos acontecimientos y aprender de estas mujeres. Estos relatos deben fortalecer nuestra fe. Asimismo, la pregunta que el ángel les hizo es tan fundamental, antes como ahora, y es indispensable y lógico formulársela.
Para ellas la gran dificultad era la piedra, pero para nosotros puede ser otra, incluso lo que estamos viviendo hoy, ¿por qué entonces buscar solución donde no la hay?
Debemos ser diligentes con cada palabra que Él Señor pronunció. Así como anunció su muerte y resurrección, también anunció su Segunda Venida, algo que debemos proclamar con mucha premura, paciencia y, por sobre todo: amor a todo el mundo.
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
1ª Corintios 15:20
Números especiales
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