Estimados hermanos en la fe:
Les ruego que, a pesar de la oposición creciente hacia Dios y Su pueblo que caracteriza a estos días, mantengan firmes los ojos puestos en el Señor juntamente con los principios que hemos aprendido de Él por medio de Su Palabra, que nada ni nadie los altere, ni siquiera en una palabra y, con ello, mantengamos en alto la luz que nos fue confiada, pues es un gran privilegio y con ello nuestro Señor recibe la gloria que merece.
Les saludo con mucho cariño, recordando las palabras del Apóstol:
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
Efesios 6: 14
Sergio Oschilewski M.
Pastor I. Bíblica Las Condes
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Cita bíblica
Génesis 2: 15-25.
Introducción
Las dos reflexiones anteriores (parte I y parte II) trataron sobre la posición que ocupa el ser humano respecto al resto de la Creación. El énfasis de hoy lo pondremos en las interacciones fundamentales con las cuales el Señor relacionó al hombre desde su creación.
La primera relación que tuvo el hombre fue con su Creador.
- El ser humano y su relación con Dios.
- Capacitado para hablar y obedecer a Dios.
- Un ser inocente ante su Creador.
- Relación con su Creador fuera del Edén.
- El ser humano y su relación con el trabajo asignado.
- El trabajo en el Edén.
- El trabajo fuera del Edén.
Conclusión
Hoy hemos recordado como las Escrituras nos enseñan que el ser humano fue creado para mantenerse en una activa relación con su Creador y para mantener una fructífera ocupación relacionada con su entorno. Demos gracias por cuanto, a pesar del pecado que nos separó de Dios, Él, en su inmenso amor ha procurado, en la persona de Cristo Jesús, recuperar esa relación dinámica con el ser humano y así también darnos una nueva visión del trabajo y de nuestro entorno.