Cuatro momentos, parte 1: consuelo

Cita Bíblica: Juan 14:1-14

Introducción: Estas palabras de Cristo nos llevan a entender que esta vida es un movimiento de transición, desde el mundo hacia el Padre, y que esa transición es posible, a su vez, por el movimiento del Padre hacia el mundo, la encarnación de Jesucristo, su ministerio, pasión y resurrección. La conjunción de ambos movimientos, tiene lugar en medio de nuestra existencia humana. Luego, nuestra vida en la tierra, es el campo de acción del Espíritu Santo en esta Dispensación de la Gracia, quien nos conforma a la figura de Cristo.

El tema planteado aquí por Jesús no es sobre dónde buscar al Padre, sino que se trata del camino que se abre desde el Padre hacia nosotros. Camino que pasa por Cristo. La vida plena en el Señor no puede estar sujeta a planificaciones humanas, sino sólo en el recibir y el seguir a Cristo y en Cristo. De pronto nos encontramos que somos apartados del mundo, renacidos para una vida espiritual, somos parte de un cuerpo espiritual en calidad de sacerdotes, que somos hijos de Dios, que nuestra ciudadanía ahora está en los cielos y entonces aquí en la tierra somos peregrinos. Y si somos sacerdotes peregrinos aquí, eso nos convierte en misioneros del Señor. ¿Y cuál es nuestra misión? Ser testigos de Cristo en la Tierra, proclamar el Evangelio, ser luz que disipa tinieblas, enseñar la Palabra de Dios.

He separado este texto, en cuatro momentos. Un primer momento (vv. 1-3), que es el tema de este mensaje, en que Jesús consuela a los discípulos exhortándolos para que sus corazones no se turben, pues él partirá a fin de preparar un lugar para ellos en «la casa del Padre.»

I. LAS NOTICIAS DEL ALEJAMIENTO
II. EXHORTACION EN LA FE INAMOVIBLE
III. LAS MORADAS EN EL CIELO
IV. EL TRASLADO
V. CONSIDERACIONES PARA ESTOS DIAS

Conclusiones: El consuelo que da Jesús a sus apóstoles en aquella hora de aflicción, en que se separaría de ellos, disipa toda tristeza y angustia, lo que también se aplica hoy para nosotros los creyentes en Cristo:

· Primero, el Señor nos exhorta a mantenernos con una fe firme, inamovible, en Él. No importa los cambios y nuevas prioridades que tengamos que hacer en nuestras vidas, debemos enfocarnos prioritariamente en Él y sus mandatos.
· Nos asegura que todos los creyentes seremos recibidos en el cielo, en la casa de su Padre. Él y el Padre harán morada en nosotros, es decir estaremos en un estado de permanente comunión con la divinidad, por la eternidad.
· El mismo Jesús está preparando todo lo necesario para nuestra llegada al cielo.
· El mismo Jesús vendrá a buscarnos y nos trasladará, a todos los redimidos de la Gracia, a nuestras moradas celestiales, que es el ‘arrebatamiento’ de la Iglesia.

Con estas perspectivas hermanos ¿Quién se resistirá a la voluntad de Dios?

Predicador

Hermano José Trejo Larenas

Fecha

21 de mayo de 2017

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