Crecimiento espiritual

Muy apreciados hermanos:

En un mundo en el que muchos transan sus principios por obtener la simpatía de las multitudes, les ruego que mantengan firmes los principios que hemos aprendido del Señor por medio de las Sagradas Escrituras. Aunque cada día se hace más difícil mantener con valor y gallardía la luz que nos fue confiada, vale la pena hacerlo para el agrado y gloria de quién dio su vida por nosotros y nos ha prometido acompañarnos para siempre.

En el día de hoy, nuestro hermano José Trejo, nos llevará a reflexionar en el importante tema del desarrollo espiritual del cristiano, tema que el verdadero renacido debe cuidar sobremanera con tal de ir cumpliendo, en forma continua, el programa que Dios tiene para su vida.

Les saludo recordando las palabras del apóstol Pablo:

Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.

2ª Tesalonicenses 2: 15

Sergio Oschilewski M.
Pastor I. Bíblica Las Condes

A las 11:00 horas, le invito a incorporarse al Culto Dominical, conectándose a nuestra transmisión directa desde el local de la Iglesia Bíblica Las Condes.



Pasaje bíblico

2ª Pedro 3: 18.

Introducción

Así como el crecimiento físico es crucial para que toda persona que nace llegue a ser un individuo adulto, el crecimiento espiritual es esencial para que el creyente alcance la madurez espiritual y el pleno conocimiento del Hijo de Dios. Dios, en nuestra lectura, nos manda a crecer cuando nos ha hecho sus Hijos. El apóstol Pedro termina su segunda carta con esa exhortación para nosotros: «Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad».

Luego, nuestro crecimiento espiritual es el resultado de nuestra mayor o menor obediencia al Señor y es nuestra responsabilidad vivir siendo fieles a los mandatos de Dios para que nos dé crecimiento espiritual.

Veamos algunos aspectos de este tema, de cómo podemos madurar espiritualmente y lo que significa madurar como creyente.

  1. La posición como requisito previo.
  2. Dedicación y entrega.
  3. Amor y conocimiento.
  4. La gloria de Dios.

Conclusión

El crecimiento espiritual no es un logro humano, lo da Dios a cada creyente que lleva una vida práctica acorde con la posición que Dios le dio cuando se convirtió a Cristo Jesús.

Para llevar una vida práctica, digna de su posición de Santo ante Dios, el creyente deberá ser diligente en el uso y práctica de los medios espirituales que el Señor ha puesto a su disposición. Obedecer sus mandamientos. Mantenerse en comunión con Cristo y en la llenura del Espíritu Santo, habiendo entregado toda su vida a Dios. Mantenerse en oración con el Padre, procurando conocer su voluntad. Edificar a los hermanos en su Iglesia por la ministración de sus dones espirituales.

Una vida práctica digna de la posición ante el Señor redundará en que todo lo que haga el creyente, todo su testimonio, glorifique a Dios, lo que impulsará su crecimiento espiritual. Sin embargo, el mundo caído de hoy ha abandonado la Gloria de Dios, degradándose progresivamente por la acción de las potestades de maldad. Esto nos anuncia tiempos difíciles para la Iglesia cristiana, tal como está profetizado, pero nosotros nos mantenemos firmes en nuestra fe, reflejando al mundo la luz de Cristo y dándoles a conocer su Evangelio.

Con la paz y gozo que nos da Dios, esperamos confiados y prestos, el arrebatamiento de la Iglesia por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Predicador

Hermano José Trejo Larenas

Fecha

2 de abril de 2022

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