Cita Bíblica: Juan 12:12-16
Introducción: En la lectura de hoy, nos encontramos con el Señor Jesús, entrando en Jerusalén, así como con un gran gentío recibiéndole. Se nos dice que era un tiempo especial, pues mucha gente había acudido con motivo de una importante fiesta ceremonial, la Pascua.
Presenciamos ahí, la entrada de un príncipe de paz que alienta las esperanzas libertarias de un pueblo que esperaba independizarse de las huestes romanas y el comienzo del Reinado Mesiánico.
Esta entrada triunfal se encontraba, tal como lo menciona Juan, profetizada en Zacarías 9:9. Fue un ingreso que inflamó de esperanzas al pueblo reunido con motivo de la Fiesta. Sin embargo, la gente se equivocaba, pues el entusiasmo estaba basado en una interpretación incompleta de las Escrituras. El Príncipe de Paz, entraba para vencer, no a los romanos, sino que a otros enemigos mucho más poderosos y devastadores.
Al entrar en el episodio nos encontramos con un tiempo de agitación y de tres eventos que tienen a un protagonista en común:
I. UN TIEMPO DE AGITACIÓN Y CELEBRACIÓN
A) Viajes y agitación.
B) Romanos alertas y nerviosos.
C) Época de celebraciones.
II. LA CELEBRACIÓN DE LA PASCUA (Pesaj) Levítico 23:5.
A) Contexto Levítico.
B) Profecía incluida.
C) Aplicación para la Iglesia.
III. LA CELEBRACIÓN DE LOS PANES SIN LEVADURA Levítico 23:6.
A) Contexto Levítico.
B) Profecía incluida.
C) Aplicación para la Iglesia.
IV. LA PRESENTACIÓN DE LA GAVILLA DE LAS PRIMICIAS Levítico 23:11.
A) Contexto Levítico.
B) Profecía incluida.
C) Aplicación para la Iglesia.
Conclusión: Durante este viaje al pasado, nos encontramos con: un cordero pascual que nos revela el sacrificio perfecto que luego efectuó Cristo en nuestro favor; con panes sin levadura que nos revelan la naturaleza impecable de Jesús y su Obra, y una gavilla mecida al tercer día, que anunciaba la resurrección triunfante del Señor. Durante siglos todas estas “sombras de los bienes venideros” (Hebreos 10:1), profetizaron lo que finalmente se tornó en una impresionante y maravillosa realidad durante aquel año en aquellas fiestas.
Ayer encontramos a Jesús cruzando la puerta de Jerusalén, entrando a la ciudad en la que sería sacrificado sobre una cruz, por ti y por mí. Hoy, Jesús quiere cruzar la puerta de tu corazón para darte la vida que ganó para ti en la cruz. ¿Le dejarás cruzar esa puerta?
“Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.” 1ª Corintios 5:7