¡Felicidades, papás!
Queridos padres:
El Señor renueve vuestras fuerzas, les otorgue mucho ánimo y visión para continuar con la inmensa y compleja labor de la paternidad.
Consideremos siempre que, al formar a los niños de hoy, se están forjando los matrimonios y familias de mañana y con ello, el futuro de la sociedad y de la nación.
La responsabilidad y tarea son grandes, pero nuestro Padre Celestial quien es más grande que toda labor por compleja que esta sea, se encuentra interesado en nuestro quehacer y Él está hoy dispuesto a apoyar a todo papá que busque Su rostro con corazón humilde y sincero.
Sergio Oschilewski M.
Pastor I. Bíblica Las Condes
Si usted se encuentra impedido para asistir a nuestro culto dominical presencial, le invitamos a conectarse con nosotros a las 11:00 a nuestra transmisión directa desde el local de la Iglesia Bíblica Las Condes.
Pasaje bíblico
Salmos 104: 1-9.
Introducción
El salmo 104 es una de las sobrecogedoras porciones bíblicas en la que se nos habla de cómo Dios se encuentra detrás de todo el orden y funcionamiento del universo.
En todas las esferas de la creación, tanto la física como la espiritual y moral, encontramos un orden, un equilibrio y reglas que Dios ha establecido. Del mantenimiento de este orden y de estas reglas dependerá que cada cosa cumpla bien con su razón de ser. Es así como, junto con crear a la familia, también fueron creados los límites, reglas y roles que cada integrante de esta debe cumplir. Al acatar estos principios, la familia cobra vida y sentido, con lo que cada uno de sus integrantes se realiza, aprende, se vigoriza y aporta para los demás miembros del grupo familiar y de la sociedad. Por otra parte, la violación de estos elementos produce: irritación, separación, dolor, y destrucción.
Quiero invitarles a considerar:
- La importancia de los principios.
- Principios para los padres.
- Principios para los hijos.
Conclusión
Queridos padres, no duden en asumir su rol de cabeza en el hogar, en realidad es indispensable que lo hagan y lo mantengan, a pesar de las muchas presiones externas que van en aumento. Los padres tenemos la responsabilidad ante Dios de asumir y también transmitir, desde la cuna —y aún antes— los principios que harán de los hijos auténticas personas de principios, personas de bien, personas libres o, mejor dicho aún, varones o mujeres de Dios.
Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre; atalos siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello.
Proverbios 6: 20-21