Revisa el informativo dominical
Himnos
Queridos hermanos: muy buenos días.
Hoy día mi invitación es a continuar considerando la importancia de trazar con rectitud las Escrituras, con tal de no pasar por alto, elementos que luego faltarán en nuestra vida cristiana diaria, elementos que hemos llamado: las condiciones de Dios.
Pido al Señor que bendiga ricamente vuestro culto.
A continuación, les invito cordialmente a participar del Culto Dominical, utilizando como base el informativo, así como todo el material que se encuentra preparado para este día, en nuestro sitio.
Sergio Oschilewski M.
Pr. I. Bíblica Las Condes
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Pasaje bíblico
Salmo 33:1-5
Introducción
En la meditación del domingo siete de febrero consideramos la necesidad de cumplir con las condiciones de Dios, para que se produzcan los resultados esperados.
Vimos como el no cumplir con los requisitos o condiciones que Dios ha establecido, impide que muchas oraciones lleguen hasta el «trono de la gracia». Asociado a lo anterior, también consideramos como el no cumplimiento con las condiciones divinas, muchas veces, impide las bendiciones que se esperaban. Concluimos que:
Debemos orar, pero a la manera de Dios, bajo las condiciones de Dios. Así también, es legítimo esperar bendiciones, pero bajo las condiciones de Dios.
Comprobamos que resulta de extrema importancia trazar bien las Escrituras para encontrar estas condiciones que todo cristiano debe conocer.
En esta oportunidad, les quiero invitar a continuar trazando las Escrituras en búsqueda de las condiciones de Dios. Consideraremos dos temas relacionados; siendo el primero de ellos, la adoración.
- La adoración (Juan 4:23).
- Al Padre.
- En espíritu.
- En verdad.
- La alabanza (Salmo 33:1-5).
- Inteligente (Salmo 47:7b).
- Consciente y portadora de testimonio (1ª Corintios 14:15b).
- Bien hecha (Salmo 33:3).
- Nueva (Salmo 33:3).
- Proveniente de un corazón íntegro (Salmo 33:1b).
Conclusión
Adorar y alabar son dos privilegios y muy hermosas tareas que requieren ser hechas conforme a las reglas de Dios. El Señor no quiere ser adorado conforme al parecer de cada quien, Él no quiere recibir alabanzas según el gusto individual. Para hacerlo bien, existen reglas que un verdadero cristiano acatará, y aunque le puedan resultar extrañas al principio, pues pueden contravenir a sus gustos, finalmente, se gozará cuando se someta bajo ellas.
Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.
Salmos 95:6