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Himnos
Muy buenos días a todos mis hermanos en la fe:
El apóstol Pedro les dice a los receptores de su segunda carta: «Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente.» (2ª Pedro 1:12). Personalmente, también sé que muchos de ustedes conocen el tema de nuestra meditación de hoy; sin embargo, considero mi responsabilidad el seguir recordándolo, con tal de fortalecer la práctica, así como para mantener activa la protección en estos días de tanta confusión. También considero a aquellos que comienzan a caminar, con tal de que reciban la enseñanza bíblica. Finalmente, considero a mis hermanos que requieren corregir sus prácticas, con tal de que la Palabra de Dios sea aplicada conforme a ciencia.
Que nuestro Señor les bendiga, proteja y dé mucha sabiduría en el caminar diario.
Sergio Oschilewski M.
Pr. I. Bíblica Las Condes
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Pasaje bíblico
2ª Timoteo 2:14-16
Introducción
Pablo le escribe a Timoteo diciéndole que procure con diligencia, es decir con esmero y prontitud, presentarse a Dios, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. Es importante detenerse aquí en la palabra «usa»; que mejor traducida aún, sería: «traza correctamente». La idea, más que hacer una línea, es la del surco que deja un arado que penetra la tierra.
Con estos alcances, la porción leída, podría parafrasearse de la siguiente manera: Procura con esmero y prontitud, presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza correctamente el surco a través de la Biblia. Nos habla de no solo ser un lector que se desplace sobre la Palabra, sino uno que lee atento y profundiza, asociando pasajes y relacionando ideas con la iluminación del Espíritu Santo. Cuán importante es lo que le dice Pablo a Timoteo, pues, son muchos los que tienen una Biblia, pero, no la trazan bien, produciendo para sí y otros, confusión y aún herejías.
Teniendo lo anterior en mente, quiero invitarles a plantearnos la siguiente pregunta: ¿Por qué muchas veces, en la vida del cristiano, no se da el fruto que espera?, ¿por qué en ocasiones hay personas que claman y claman y nada parece salir bien? ¿Por qué algunos cristianos parecen desilusionados y aún sentidos con Dios? ¿No será porque la palabra de verdad no se encuentra bien trazada?
Les invito a considerar, en esta oportunidad, sólo dos situaciones en las que, por deficiencias en el bien trazar la palabra de verdad, es común pasar por alto las condiciones que Dios ha establecido, para que se produzca el resultado esperado. Esto puede suceder con:
- La oración (Proverbios 15:8)
- El recibir de su gracia (Efesios 6:23, 24)
Conclusión
Si participo en una competencia deportiva, como ser una carrera de 100 metros, tendré que someterme a una serie de reglas y leyes que controlan: mi horario, mi sueño, mi vestir, afuera y dentro del campo deportivo, mi comida, mi conducta, mis hábitos, y, con mayor razón todo lo que concierne al desarrollo mismo de la competencia; detalles que van desde la postura en el punto de partida hasta la forma de llegar a la meta y aun después de llegar. Cualquier defecto, se tendrá como falta y aunque corra en menos tiempo que los demás, no se me adjudicará el triunfo si no corro conforme a las reglas.
Entonces ¿por qué algunos se extrañan cuando el Señor nos pide condiciones para nuestra carrera superior?, ¿por qué algunos quieren hacer las cosas a su manera, dando por hecho que Dios las aprobará?
¿Orar? Sí, pero a la manera de Dios, bajo las condiciones de Dios: con un corazón recto. ¿Recibir bendiciones? sí, pero bajo las condiciones de Dios: con amor inalterable.
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.
2ª Timoteo 2:15.