Lo que Dios ha hecho por y con nosotros

Queridos y recordados Hermanos:

El autor de la Epístola a los Hebreos, se refiere a la salvación efectuada por el Señor Jesucristo como una salvación muy grande, dice:

“¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (2:3).

Considerar la razón de esa grandeza, es tema como para escribir miles de libros. Hermanos, no dejemos de valorar lo que tenemos y somos en Cristo, cuidémonos de que cada día nuestro asombro, amor y gratitud, vayan en aumento.

La reflexión para hoy, trata sobre este tema, lo que el Señor ha hecho con nuestras vidas y los cargos, responsabilidades y honores que nos ha concedido.

Esta reflexión la traigo ante ustedes por cuanto, además de ser un tema importante para el cristiano, he sido testigo de una preocupante desvalorización de esa “salvación” por parte de algunos grupos cristianos. Todo parece indicar la presencia de una corriente de pensamiento que mira en menos aquello en que nos ha transformado Dios. No quiero que esa corriente entre por la puerta de nuestra iglesia. En lugar de ello es mi oración, que cada día valoricemos más y más, lo que Dios ha hecho por y con nosotros.

La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros.”1ª Co.16:23

Sergio Oschilewski M.
Pastor IBLC

Oración

Lectura de la Biblia

1ª Pedro 2:9-11

Reflexión: Lo que Dios ha hecho por y con nosotros.

“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;…” (1ª Jn. 3:2a)

En su primera carta, el apóstol Juan, enfatiza la condición de hijo de Dios que alcanza el renacido en Cristo Jesús. Esta condición es tan importante, que debiera motivarnos a la permanente gratitud y a un andar digno de nuestro Majestuoso y Divino Padre.

Junto con esta condición, hemos sido declarados herederos de una herencia reservada en los cielos para los hijos (1ªP.1:4). A lo anterior se suma el que hemos sido transformados en “linaje escogido” (1ªP.2:9) y declarados: sacerdotes (1ªP.2:9). Además de: “embajadores en nombre del Cristo” (2ªCo.5:20) y “luz en el Señor” (Ef.5:8b).

Es de suma importancia considerar, y recordar constantemente que, además, hemos sido declarados: “templo del Espíritu Santo” (1ªCo.6:19), por cuanto el Espíritu Santo mora en nosotros. Se suma a esta lista de funciones, honores y títulos: el que hemos sido honrados para formar parte del Cuerpo de Cristo, la Iglesia:” Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.” (1ªCo.12:27).

Para que estas y otras realidades pudieran ser posibles en el cristiano, el Señor contempló en su sublime y complejísima obra de salvación, elementos muy interrelacionados entre sí, como:

– La justificación: Por la que somos declarados sin deudas ante Dios.
– La redención: Por la que somos libres de condena, de juicio, de pecado y de toda atadura de Satanás.
– La expiación: Por la cual el pecado que arrastrábamos ha sido quitado de nosotros.
– La propiciación: Por la cual hemos alcanzado la paz con Dios.
– La regeneración: Por la cual somos hecho nuevas criaturas.

Con este rápido y parcial esbozo de lo que Dios ha hecho con cada persona convertida, sólo pretendo que demos un paso más en la valorización de lo que significó nuestra salvación y las enormes responsabilidades y honores que recaen sobre nosotros, para “que andéis como es digno del Señor” (Col.1:10a). y seamos cada día más agradecidos.

No por nada, el Espíritu Santo inspiró a Pablo a escribir: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2ª Co. 5:17).

Destaco: “las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” No se trata simplemente de un cambio de: club, filosofía, fraternidad o religión, ¡No!, pues, es un cambio radical de vida: de muerte a vida; de tinieblas a luz; de enemigos, a hijo del Rey; de esclavo a libre; de vacíos a repleto de propósitos; de mundanos a espirituales; de desheredados a herederos de tesoros en el cielo; de un linaje de perdición a un linaje escogido y majestuoso; etc.

Por lo tanto, si alguien me pregunta: ¿Quién eres tú que has recibido a Cristo como tu salvador personal? Puedo responder con total seguridad, serenidad y humildad: “pues, soy: un hijo de Dios; un sacerdote; un embajador; un heredero del cielo; un miembro del cuerpo de Cristo; un templo del Espíritu Santo; luz del mundo; un ciudadano del cielo, viviendo momentáneamente en la tierra; parte del pueblo santo y propiedad eterna de Dios.”

Luego, podría agregar: “para lograr todo lo anterior, Cristo: me justificó, me redimió, expió mis pecados, fue mi propiciación, me regeneró, me dio vida eterna y me garantizó la resurrección en gloria.

El jueves pasado, reflexionábamos sobre el dar un testimonio acorde a nuestra condición. Estoy convencido que una de las maneras de motivarnos a dar el mejor testimonio que podamos, es tomando conciencia que representamos a Cristo, representamos a un reino santo y es más, lo hacemos en nuestra calidad de hijos de Dios.

Nada de lo anterior puede ser motivo de vanagloria u orgullo carnal, pues, todo lo que somos y seremos es en virtud a la gracia y al amor de Dios. Es él quien lo ha hecho todo y es él, quien nos eleva a las posiciones en las que hoy estamos, y en las que estaremos mañana, nada hemos hecho nosotros quienes estábamos muertos en delitos y pecados, pero ya no, pues hemos nacido de nuevo para una nueva esperanza de gloria y para comenzar a aprender sobre nuestros nuevos nombramientos y oficios cada día en forma diligente.

“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;” (Hebreos 12:28)

Sergio O.M.

Cánticos a elección

Se sugiere buscar apoyo en la serie de himnos y cánticos preparados en la sección Himnos.

Oración

A continuación, le invito a orar por los siguientes motivos:

Adoración, Alabanza y Gratitud:

Alabemos al Señor por cuanto subsistimos y tenemos futuro sólo por él.

Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;” (Col.1:17).

El Señor Jesucristo, más que un arquitecto, más que un constructor: es el creador de todas las cosas; El que también, mantiene una atención permanente sobre su creación pues, por Él, todas las cosas subsisten y, más aún, cumplen su propósito de creación.

Su presencia y acción sobre todo lo creado ha sido constante desde “el principio”. Cuando llegamos a comprender que cada cabello de nuestra cabeza está contabilizado por ÉL, y más aún, que absolutamente todo lo que somos, no solo existe, sino que subsiste debido a su acción permanente en nosotros, y todo con un propósito que se encuentra en sus manos, entonces es imposible no alabarle.

Gratitud por haber concluido el curso del CEB.

Doy gracias a nuestro Señor, por cuanto se pudo llegar a buen término con el curso sobre hermenéutica, que se estaba dando los días jueves, por este mismo medio.

Peticiones:

Que nuestra Iglesia cumpla con fidelidad el Gran Propósito.

Cada día al despertar deberíamos comenzar el día leyendo aquella máxima escrita por el apóstol Pablo:

Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. (1ªCo.10:31)

Que sea la meta diaria y que nada nos desvíe de ella.

Por la próxima llegada de un nuevo integrante a la familia: González / Vergel.

Se va acercando el gran día en el que los hermanos: Juan y Dajana, juntos al pequeño Emmanuel, verán incrementada la familia por un nuevo miembro. Oremos para que estas últimas semanas, previas al parto sigan siendo sin sobresaltos y con la serenidad que sólo Dios puede dar.

Por el afinamiento de nuestro discernimiento espiritual.

Cada día la mentira se disfraza con mayor astucia y sagacidad aparentando ser la verdad. Lo anteriormente dicho lo comprobamos: al mirar o leer un artículo que pretendiendo ser científico, nos habla de evolución y casualidad; al ver los intentos de desfigurar las verdades sobre el matrimonio y la sexualidad, haciendo parecer como normales cosas que para Dios son abominables; al comprobar cómo el homicidio se justifica bajo el nombre de aborto, procurando que creamos que un niño no nacido no es persona; al mostrar lo antinatural, como si lo fuera. La lista es muy larga y aumentando, y los falsos argumentos van siendo perfeccionados y creídos cada día por más y más personas. Oremos para que, para empezar, nuestro discernimiento, el de nuestra familia y el de los miembros y asistentes a la Iglesia sea afinado y enriquecido para no ser confundidos.

Por nuestros hermanos fuera de Chile.

Continuando con nuestra intercesión por las iglesias hermanas que se encuentran más allá de nuestras fronteras, este jueves les invito a orar por todos aquellos que adoran a Dios “en espíritu y en verdad”, en la vecina nación de Perú.

La Mesa Directiva de la Corporación.

Como una de las iglesias que conforman la Corporación de II.BB., tenemos el deber de orar por su Cuerpo Directivo, pidiendo por sabiduría para el cumplimiento de su deber.

Peticiones en las cuales insistir:

Por nuestras hermanas delicadas de salud.

Mantengamos en oración a la Hna. Icha, quien se encuentra convaleciente y esperando resultados de exámenes; así también, por María Francisca, quien aún se encuentra delicada por motivo del COVID-19.

Nuestro País.

Debemos ser diligentes en las oraciones por nuestro país, pues son muchos los motivos para orar por esta nación en la que vivimos: Por el camino que aún tenemos que recorrer con la pandemia; por la reactivación de la economía; por la progresiva reintegración a las labores diarias de empresas, colegios y otros; por la detención del terrorismo en la Novena Región; por un alto a la delincuencia en la Región Metropolitana; por la voluntad de Dios por sobre la obstinación de personas que quieren destruir la Constitución, pues ella constituye un verdadero dique que detiene la ejecución de multitud de aberraciones; etc.

Oremos por las personas responsables de los poderes del estado. Continuemos pidiendo también por los cuerpos de orden y seguridad, así como por las fuerzas armadas. Que Dios tenga misericordia de este país que ha sido tan rebelde a la voluntad de Dios, a pesar de haber sido tan bendecido.

Mis motivos personales de oración:

Te agradezco Señor por …………………………………………………

Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos, Pues cercano está tu nombre;
Los hombres cuentan tus maravillas.” Salmo 75:1

Te animamos a cursar el nuevo estudio publicado en la sección CEB: GENTILES, JUDÍOS E IGLESIA

Predicador

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski

Fecha

13 de agosto de 2020

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