Queridos y recordados Hermanos:
Una de las frases que más se oye cuando un año está terminado, es: “se me pasó volando”, o bien, “parece que cada año pasa más rápido que el anterior”. La Biblia confirma que el tiempo del hombre “bajo el sol”, es cortísimo, por lo que nos insta a ocuparlo de la mejor manera posible. Hoy le quiero invitar a reflexionar sobre este importante tema.
Les ama y espera verles prontamente,
Sergio Oschilewski M.
Pastor IBLC
Oración
Cánticos a elección
Puede hacer uso de los himnos y cánticos preparados en nuestra Página www.iglesiabiblicalascondes.cl
Lectura de la Biblia
Eclesiastés 3:1-8
Cánticos a elección
Reflexión: La importancia de reconocer los tiempos
Cuán importante ha sido siempre el saber trazar las Escrituras, como le dice el apóstol Pablo a Timoteo:
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad.” (2ª Tim. 2:15).
Trazar bien la palabra de verdad, incluye el saber dividir los tiempos designados por el Señor en la historia. Muy nefasto ha resultado para muchos, confundir el tiempo de la “Ley”, con el tiempo de la “Gracia”. Cuantas bendiciones han perdido aquellos creyentes que confunden, o mezclan, el tiempo del “Arrebatamiento” con el tiempo de la “Segunda Venida.”
La confusión de los tiempos fue, muy notoria y lamentable, cuando el Señor Jesús, el Mesías anunciado, nació. Muchos confundieron el tiempo del Mesías gobernante con el tiempo del Mesías siervo. Israel no entendió que el Mesías vendría dos veces a la tierra; una, en la que nacería como todo niño y cumpliría las profecías que lo relacionan con el siervo sufriente, tan claramente descrito en Isaías capítulo 53; y una segunda vez, como el Mesías Rey, en gloria, como es descrito en Zacarías 14.
El Señor Jesucristo refiriéndose a este desconocimiento de los tiempos por parte de su pueblo, dice con profundo pesar:
“¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos.” Luc.19:42
Esta no es sólo una reflexión pensando en la persona que aún no reconoce a Cristo como su Salvador, sea judío o gentil, son también pensamientos que atañen a muchos redimidos que, a pesar de haber reconocido en Cristo a su Redentor, les falta reconocer cabalmente lo concerniente a su propio tiempo y lo que tienen que hacer con él. No tienen claro que se trata de su tiempo de sembrar la Palabra, es su tiempo de crecer, es el único tiempo en que tendrán la oportunidad de usar sus dones.
Este tiempo es único, y luego de cada momento, queda menos de él. Un año está a punto de concluir y ¿qué fue lo que hicimos con el tiempo que ha pasado?; luego debemos preguntarnos: ¿qué haremos con el tiempo que se nos otorgará, si es que se nos otorga más tiempo?
El tiempo total de vida de un verdadero cristiano está conformado por dos partes: el tiempo que vivió antes de su conversión, más el tiempo que vivirá después de su conversión, concluyendo con su muerte. La suma de estos dos períodos constituye el tiempo de su vida “bajo el sol”.
Debemos entender que, desde el momento en que Cristo entró a nuestra vida, recomenzó la cuenta de nuestro tiempo, pues desde ese momento pasamos a ser nuevas criaturas en Cristo Jesús; desde aquel momento estamos viviendo un tiempo dorado, un tiempo que no nos pertenece, un tiempo que debemos cuidar, administrar, pues es un tiempo único. Es el tiempo de contar cuán grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros, el tiempo de formar el carácter santo, el tiempo de prepararnos para nuestras tareas terrenales y aún las celestiales, es el único tiempo en el cual podremos orar, intercediendo por otros y es, como decía antes, el único tiempo en que podremos hacer uso de los dones y talentos que nos fueron entregados. No por nada, el apóstol Pablo nos invita a redimir este magnífico tiempo, rescatar el tiempo que malgastamos en tantas tonteras, pues el tiempo de un cristiano es un tiempo que no se puede desaprovechar y que no volverá a tener. Lo que pierda de ese tiempo no lo podrá recuperar, más adelante, en el cielo.
“Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.” Col. 4:5.
Hermanos, aprendamos a reconocer y valorizar nuestro tiempo, utilizándolo para fines superiores, tu tiempo vale más que el oro y todas las joyas de este mundo; tu tiempo es, entre otras cosas: oportunidad de salvación para alguien, y con mayor razón, por cuanto, “la venida del Señor se acerca.” Stg. 5:8b.
Sergio O.M.
Oración
Adoración, Alabanza y Gratitud:
Alabemos y glorifiquemos al Señor por su fidelidad.
“Fiel es Dios” declara el apóstol Pablo en 1ªCo.1:9.
¡Qué maravilla! Podemos reposar y abandonar nuestras ansiedades cambiándolas diariamente por nuevas fuerzas, al saber que nuestro Dios es completamente fiel, al punto de no tener comparación. Les invito a alabar a nuestro Señor, por cuanto no cambia, y sus pactos y promesas siempre serán cumplidas, sin importar el tiempo y las circunstancias que se estén viviendo.
Por su misericordia sin medida.
Mucho más allá de lo que vemos u oímos, la misericordia de Dios se manifiesta de muchas maneras; haciendo llover sobre justos e injustos; haciendo salir su sol sobre malos y buenos (Mat.5:45); haciendo que proyectos diabólicos que se debaten en el Congreso, sean retrasados; librándonos, día a día, de muchos males. Aun cuando hoy, muchas de sus misericordias estén veladas para nosotros, comencemos a agradecer por ellas desde ya.
Otros motivos de oración:
Peticiones:
Por cargas que pesan secretamente en los corazones.
Como lo hemos hecho antes, oremos por aquellos pesos y angustias que muchos hermanos llevan en sus corazones y que no son conocidos, o bien, conocidos por muy pocas personas. Puede tratarse de: temores, resentimientos, dudas, frustraciones, desilusiones, enfermedades no compartidas, luchas con debilidades de la carne, preocupaciones por seres queridos y otras situaciones, que incluso no imaginamos. Pidamos al Señor que trabaje en sus necesidades y tanto sus cuerpos, como sus almas y espíritus sean sanados para Su Gloria.
Por el desilusionante regreso a la vida “normal”.
Uno de los problemas con los que se encuentran las personas al retomar una actividad en el día de hoy, es que: “ya no es como antes”. Volver a clases resultó ser muy diferente a lo que se esperaba; volver al trabajo resultó frustrante, pues todo fue diferente a lo que era antes; la realización de actividades sociales, no satisfacen las expectativas que se tenían, pues las condiciones para realizarlas han cambiado mucho. En general, las cosas no son como se esperaban. Esta desilusión, agrega ansiedad y frustración a la sociedad actual. Oremos para aceptar, con la resignación que sólo el Señor puede conceder, lo que podríamos llamar: una realidad extraña.
Por la reunión navideña en familia.
La Navidad nos proporcionará una excelente oportunidad para realizar una reunión devocional en casa, en torno a la conmemoración del nacimiento del Salvador. Preparemos desde hoy, esa reunión, orando por la reflexión, los cánticos y por todos los que participarán de ella.
Las Iglesias Bíblicas.
Oremos por las Iglesias Bíblicas y particularmente, por aquellos que las encabezan, intercedamos por: -La Iglesia Bíblica Lo Prado. Oremos por su pastor, el Hno. Alfonso Orellana y su esposa Elisabeth. -La Iglesia Bíblica Recoleta. Oremos por su pastor, el Hno. Matthias Orellana, su esposa Silvia y sus hijos. -La Iglesia Bíblica Viña del Mar. Oremos por sus líderes: Boris Canales, su esposa Karina y sus hijos; por Nicolás Castañeda y su esposa Eva.
Pidamos por sus Directivas y por aquellos que ejercen fielmente sus tareas.
Por nuestros hermanos que viven más allá de nuestras fronteras.
Este jueves, les invito a interceder por nuestros hermanos que se encuentran en Cuba; oremos por los miembros y asistentes a sus iglesias locales. Recordemos que se trata de una iglesia que ha sufrido mucho.
Otras peticiones:
Peticiones en las cuales insistir:
Por las personas que trabajan en el área de la salud.
La información entregada por las autoridades continúa siendo alarmante respecto a la propagación de la pandemia, así como a la situación hospitalaria y al gran desgaste de los funcionarios de la salud que llevan tanto tiempo luchando sin cuartel para salvar vidas.
Continuemos orando por esta situación, especialmente por todos nuestros hermanos que trabajan en los centros de salud.
Por las naciones.
Es de dominio público que las nuevas autoridades que encabezarán a los EUA no sólo no poseen ni apoyan los valores cristianos, sino que les son contrarios. Es nuestro deber orar por una nación que ha sido líder en la evangelización mundial, así como en el apoyo de las iglesias cristianas en el mundo.
Para responder en el corazón.
¿Cuántos hermanos de la iglesia a la que pertenezco, estuvieron presentes en mis oraciones durante la semana que pasó?