El Rebelde Irremediable

Muy Estimados Hermanos:

     Es mi esperanza encontrarlos bien; teniendo la certeza de que nuestras vidas están en las manos del Señor, lo cual garantiza nuestro presente y también nuestro futuro aquí y por  la eternidad.   

     Refiriéndose a sus ovejas, el Señor Jesucristo dice: “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos. (Juan 10:28-30) 

     ¿Quién puede sentirse más seguro que un hijo de Dios? Notemos en el texto anterior, frases como: “nadie las arrebatará de mi mano” ¿la mano de quién? Pues la del Señor Jesucristo. Luego dice: “nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”. Es una seguridad que sobrepasa todo entendimiento. Luego, como si esto fuera poco, dice además: “Yo y el Padre uno somos”; hablándonos de perfecta unidad de naturaleza y voluntad. 

     Entonces, la certeza de nuestro cuidado y salvación eterna, tienen como fundamento, la más grande e incomprensible fuerza. Por eso, tiene pleno sentido desear al hermano (al que también es renacido), aun en medio de la tempestad: “descansa hermano, estamos seguros”. 

     Descansen, hermanos, están en las manos todopoderosas del Dios Altísimo. 

                                                                                                                                   Sergio Oschilewski M.

                                                                                                                                                  Pastor IBLC

Lectura de la Biblia

Génesis 8:20-22

Meditación: El Rebelde Irremediable

  “porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud;” (Gén. 8:21)

     Con el correr de los milenios, esta verdad expresada en el Génesis, sigue estando vigente; ni la cultura, ni la experiencia, ni la ciencia, ni la tecnología la han podido cambiar. Es un principio que ha sido comprobado infinidad de veces, en diversos pueblos y culturas a través de todos los tiempos. 

     ¿Por qué antes de cruzar una calle que solo tiene un sentido para el tránsito vehicular, miro también en el sentido contrario? Pues porque sé, por repetidas experiencias, que no pocas personas son capaces de transitar en sentido contrario al impuesto por las leyes y también destacado por las claras señales que ha puesto la municipalidad.

     ¿Sucede esto por ignorancia de los conductores?, definitivamente no, lo hacen con plena conciencia.

     Lo mismo sucede con las restricciones que, con motivo de la actual pandemia, se han impuesto para todos, con el fin de proteger la salud y aun la vida de las personas. Vemos, todos los días como estas restricciones son burladas con premeditación y aun con ostentación, por un buen número de personas que desafían a la autoridad y dañan a sus semejantes. Es más que evidente que esto no ocurre por ignorancia, ni por “falta de tomar conciencia”.

     Estas experiencias de la vida cotidiana son sólo una pequeña muestra de lo que el corazón del hombre realiza todo el tiempo: ir contra las leyes y principios establecidos, tanto por la sociedad, como por Dios en la naturaleza, en Su Palabra y en el corazón, y esto, no por ignorancia. En Jeremías leemos:

     “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jer. 17:9)

     El corazón del hombre, es un rebelde irremediable, que persiste en pecar con o sin conocimiento; con poca o ninguna preocupación por el daño que pueda causar a su prójimo o a sí mismo. Por ello, Dios ofrece algo muy superior a una reparación, algo muy superior a una restauración, o lo que puede lograr un programa educativo o psicológico, Él ofrece cambiarlo enteramente; quitar el de piedra que traemos desde nuestra juventud y cambiarlo por uno sensible de carne. Esta es la única solución posible para cambiar a un ser humano.

     “y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” (Ez. 36:26) 

     En Proverbios hay una gran oferta que nadie debiera resistir:     

 “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.” (Prov. 23:26)                                

Sergio O.M.

Oración

     Para comenzar el período de oración les sugiero algunos motivos:

Adoración, Alabanza y Gratitud:

Alabemos al Señor por ser “misericordioso y clemente”.

Misericordioso y clemente es Jehová;

lento para la ira, y grande en misericordia.” (Sal. 103:8). 

Es por esta razón que el sol sigue saliendo, sobre buenos y malos; 

que llueve y hay frutos, sobre buenos y malos; 

que la oportunidad de arrepentimiento sigue aun abierta para el mundo pecador.

Es debido a esa gran paciencia que sus hijos gozamos hoy de salvación y gracia continua.

Gratitud por aquellas peticiones recibidas y luego olvidadas.

    Qué fácil es clamar y pedir a Dios cuando estamos en apuros, y que fácil es olvidar cuando el Señor, respondiendo a nuestro pedido de auxilio, nos saca de esos aprietos angustiosos. Les motivo a elevar una oración de acción de gracias por las muchas respuestas que hemos recibido durante el mes que recién pasó.

Peticiones:

Por nuestras hermanas enfermas.

     Continuemos pidiendo, particularmente, por nuestras hermanas Jeannette y Vania, para que sientan como nunca la mano del Señor sobre ellas y continúen sin tropiezo sus respectivas recuperaciones. Pidamos por ánimo, paz y también por fuerzas físicas para ellas y quienes están cerca.

Por los jóvenes que se encuentran estudiando en forma remota.

    Muchos han descubierto que hay una gran diferencia entre estudiar en forma presencial y estudiar en forma remota, vía Internet. Estamos conscientes del enorme esfuerzo que están realizando profesores y equipos técnicos para hacer del sistema algo eficiente; sin embargo, para muchos alumnos, como, por ejemplo, los que están en el último año de la enseñanza media, como los que cursan su primer año de universidad, puede resultar especialmente desilusionante la experiencia. Se suma a lo anterior, todo lo que implica la singularidad de un cuarto medio, con sus viajes, actividades únicas, sin dejar de mencionar, el acto de graduación, por el que se ha esperado 12 años; por otra parte está, todo lo que significa el contacto del primer año de universidad, con profesores, bibliotecas, laboratorios, prácticas, etc. 

    Hermanos, quizás a los mayores, nos cueste comprenderlo, pues vemos estas situaciones un tanto de lejos, pero no es fácil para muchos; comprendámoslos y apoyémoslos, pues son realidades muy cercanas.

Por un mayor apremio por confesar nuestros pecados.

     Una de las cosas que más perjudica a un cristiano, y con ello a una iglesia local, es la falta de arrepentimiento y confesión de los pecados que cometemos en nuestra condición de hijos de Dios. Si una persona se dice “renacida”, y persevera en pecar, sin demostrar constricción alguna, entonces estamos ante un caso muy grave y que permite dudar, con justicia, de la experiencia de salvación de esa persona. No demoremos en acudir al Señor cuando un pecado pesa en el corazón.

Por sabiduría para administrar el programa misionero de nuestra Iglesia.

    Queremos ser dirigidos por el Señor para desarrollar el programa misionero de nuestra Iglesia durante el período 2020-2021: mantener lo que debe ser mantenido; cambiar lo que debe ser cambiado; agregar lo que debe ser agregado.

Intercesión por todas las personas de la tierra.

    El Señor nos ha dejado la tarea de orar por las almas de todas las naciones, destacando su profundo amor por Israel. Oremos para que los ojos de sus habitantes sean iluminados y reconozcan en el Señor Jesucristo al Mesías anunciado por profetas como: Isaías, Daniel, David, y muchos otros. Luego, oremos por la “paz de Jerusalén”

Peticiones en las cuales insistir:

Por las personas que trabajan en el área de la salud.

    No podemos dejar de pedir por la protección del Señor para aquellos que laboran en el área de la salud, particularmente por nuestros hermanos que diariamente exponen su salud ayudando a otros, aquí en Chile y en el resto del mundo.

Por las consecuencias económicas asociadas a la pandemia.

    Como bien sabemos, a consecuencia de las últimas crisis por las que ha atravesado nuestro país, muchas personas se han visto afectadas en diferentes grados, incluso, algunos han debido lamentar la pérdida de su trabajo. Como en ocasiones anteriores, les invito a orar, primeramente por nuestros hermanos en la fe, y luego  por aquellas cabezas de hogar que se encuentran sufriendo este drama.

Por nuestras autoridades y la crisis sanitaria.

    Oremos en esta ocasión, por dirección, entendimiento y fuerzas para el gobierno y los secretarios de estado, especialmente por los relacionados con la salud, así como por los equipos asesores. Ellos se encuentran bajo una fuerte presión por el arduo trabajo, por la complejidad del problema que enfrentan y por la hostilidad de algunos. Pensemos que de sus decisiones dependerá el bienestar de muchos.

Oración pastoral:

Por cargas que pesan en el corazón.

    Padre Celestial, nos presentamos ante tu sublime presencia, para interceder por nuestros hermanos y las  cargas que guardan sus corazones, algunas muy pesadas; muchas de las cuales sólo son conocidas por ellos y por Ti, que todo lo sabes; pueden ser: dudas, temores, frustraciones, enojos, situaciones que se están viviendo. Ahí están, ante Tus ojos. 

     Señor, te pedimos que, conforme a tu voluntad, respondas y actúes sobre ellas, dando instrucción, luz, libertad y paz a tus hijos. En el nombre del Señor Jesús, Amén.

Mis motivos personales de oración:

Te agradezco Señor por  ………………………

“Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; 

ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.” Sal. 32:6

Un saludo especial para todos los hermanos que disfrutan estudiar:

     Ya que no podemos juntarnos para tener reuniones y tampoco, clases presenciales, es que he creído conveniente, continuar con esta sección del Boletín, que hasta ahora hemos ocupado en aprender sobre la razón de ser y la práctica de los devocionales.

     Quisiera invitarle a continuar trabajando algunos temas fundamentales, que pienso pueden ser de interés y utilidad, especialmente para los hermanos que han desarrollado el gusto por estudiar y escudriñar las Escrituras. ¿Está de acuerdo? Entonces vamos adelante con una serie de fundamentos que todos debemos conocer y aplicar en nuestra vida cristiana.

FUNDAMENTOS:

PRIMERA PARTE

     Una de las primeras preguntas que asalta al estudiante de la Biblia es: ¿Cómo interpreto: en forma literal; en forma alegórica; mezclando ambos métodos; o hay otro?

I- INTERPRETACIÓN LITERAL DE LAS ESCRITURAS

     Creemos, al igual que muchos estudiantes cristianos de línea conservadora, en la interpretación literal de La Biblia.

     A la interpretación literal, también se la conoce como: interpretación gramático-histórica o interpretación normal o común.

   • ¿Qué significa esto de interpretación literal o gramático-histórica? 

     Pues, que el estudiante de La Biblia toma, en cuanto sea posible, las palabras en su sentido usual y común; es decir:

     De partida considera que la mayoría de las palabras usadas en la Biblia, normalmente, significan exactamente lo mismo que hoy. Si leemos: “pez” no se debe interpretar el término, sino que aceptar que lo que se quiere decir es lo mismo que la palabra pez nos diría en un escrito contemporáneo; si dice: “hombre” la misma cosa, y así para todas las palabras. 

   • Recordemos que la intención al escribir la Biblia era llegar a todo tipo de personas, no a una clase especial de intelectuales o iniciados, por lo que el lenguaje no es rebuscado. De hecho, el griego usado en el Nuevo Testamento es el griego común, no el griego clásico u otra forma refinada.

   • No obstante, el punto de vista anterior, el estudiante entiende que el “sentido usual y común” para una palabra puede ser uno o más; puede ser el más inmediato o puede ser uno figurativo. 

     Por ejemplo: La palabra “cuerno” puede aludir al cuerno de un animal o ser un símbolo de poder y/o autoridad (Éx.27:2; Dan. 7:21; Miq.4:13; Luc.1:69 (RV09); Ap.17:12). Se trata de aplicaciones usuales y comunes en tiempo bíblico. 

   • Si el uso resulta ser simbólico, no implica que yo esté alegorizando, pues estoy buscando el sentido exacto de la palabra para la persona que la usó hace dos mil o tres mil años atrás, en un determinado contexto histórico-cultural; alegorizar sería darle yo una interpretación fantasiosa, especulando, pasando por alto la información que me ofrece el resto de la Biblia, la exégesis y la historia. 

     Otro ejemplo: La palabra casa, para nuestra cultura es una construcción y difícilmente se usa en otro sentido, pero, en otros contextos histórico-culturales, casa también se usa para hacer referencia a una familia, a la descendencia o dinastía (Ejs.: la casa de Abraham, la casa de Jacob, la casa de David). 

   • Lo interesante es que la persona que busca encuentra y lo que halla, aún cuando se usen palabras simbólicas, se circunscribe a un plano literal.

                                                                                                                                        Continuará el próximo jueves

Predicador

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski

Fecha

4 de junio de 2020

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