Llamados a Comunión Inigualable

Queridos hermanos, miembros del Cuerpo de Cristo:

     Debido a la gran importancia de mantener una estrecha y permanente comunión con Dios, es que con regularidad me permito insistir en que no bajemos la guardia con el devocional personal. Es triste comprobar que una de las prácticas que suele descuidar el cristiano en este siglo, es la comunicación activa con Dios. Esta debilidad es la que cierra iglesias, rompe familias y trae intranquilidad, al permitir la entrada de: la tentación, el desánimo, los temores, las iras, la falta de crecimiento personal, el ataque espiritual a nuestras familias, y el descuido de las iglesias locales. 

     Además, el descuido de la vida devocional trae aparejado, aunque sea sin quererlo, ofensas a aquel que espera en los cielos oír nuestra voz. En Proverbios leemos: “Mas la oración de los rectos es su gozo” (Prov.15:8). Recordemos que Cristo abrió, con su sacrificio, el camino para que nuestras oraciones pudieran ser oídas y contestadas; y que Él se goza en oír una oración nacida de un corazón que le ama.

     Seguramente, las dificultades para orar no disminuirán con el tiempo, debido: al aumento constante de distractores; a la creciente oposición de las huestes de maldad; y al extremo enfriamiento espiritual que nos circunda. 

     No obstante lo anterior, nada debe impedir que nuestras rodillas se doblen para agradecer y glorificar a nuestro Salvador y Señor, así como para buscar: fortaleza, alivio, paz, victoria y poder para cumplir con nuestros deberes.

     “Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos.” (Sal. 34:15).

     Que nuestro Señor les bendiga, proteja y dé mucha sabiduría en el caminar diario.

Sergio Oschilewski M.
Pastor IBLC

Oración

Cánticos a elección

Les sugiero buscar apoyo en la serie de himnos y cánticos preparados en nuestra página WEB

Lectura de la Biblia

Efesios 3:14-19

Cánticos a elección

Reflexión: Llamados a Comunión Inigualable

     “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.” 1ª Co. 1:9

     El Señor siempre nos está llamando. Invita tanto al inconverso para arreglar cuentas, como al redimido para guiarle en su caminar.

     ¿Cómo llama el Señor? El primer medio que usa es su mensaje escrito en la Biblia. Luego, sus hijos reconocemos el llamado interno que realiza el Espíritu Santo que nos motiva a la santificación; al arrepentimiento, a la comunión con Dios y a la obediencia y a la lectura de Su Palabra. También podemos ser llamados por medio de la voz de los evangelistas, pastores, maestros y hermanos maduros en la fe. 

     Además, podemos incluir a la conciencia, la que, aunque dañada, nos da un mensaje, no completo, lejos de ser perfecto, pero que debe hacer pensar al ser humano en sus momentos silenciosos. Incluso percibimos Su llamado por medio de la creación que nos habla, aunque en forma más indirecta, de propósito, de diseño, de inteligencia, de sabiduría, de un Dios que quiere entablar comunicación con nosotros.

     Pero, ¿por qué tantas veces pareciera que no escuchamos a pesar de que no estamos sordos y tampoco tenemos incapacidad para entender el mensaje? Pienso que ocurre algo similar a lo que viven los niños que “lo están pasando muy bien” en su juego allá en el patio o en la calle, mientras la noche se enfría más y más. Ellos pretenden no oír el llamado de mamá, cuando dice: “niños, es hora de entrar”. El llamado se oye, pero no interesa, no se quiere atender, pues implica terminar con el entretenido juego con los amigos, lo cual, por el momento, no les permite sentir el frío, ni el cansancio, ni el hambre, ni el riesgo de enfermar. 

     ¿No es acaso injusto cambiar esos gratos momentos por la obediencia y tareas que le aguardan en la casa? Es interesante notar que ahí le espera un ambiente calefaccionado, un buen baño, ropa limpia, la cena con un rico postre y la seguridad del techo familiar. Pero todos estos beneficios o dones de amor solo serán recibidas cuando el niño acate el llamado. 

     Hermano, esta meditación podría parecer que es aplicable para un inconverso, para aquel que aún no ha acudido al llamado del Señor para hacerle salvo. Entiendo que usted ya es salvo, pero, ¿de qué se está perdiendo por seguir jugando en la calle, como aquellos niños? El Señor le está llamando a vivir una auténtica vida cristiana, la vida de obediencia, de servicio y de plena comunión con su Salvador. El Señor no solo quiere vivir en usted, sino; cenar con usted: “…y cenaré con él, y él conmigo.” (Ap.3:20b). Dios quiere establecer con usted una relación rica y fructífera, no fría, lejana, sólo funcional. 

     A veces olvidamos la segunda parte del gran llamado del Señor Jesucristo, en la que expresa su deseo de mantener una permanente cena con nosotros.

     “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,” Ef. 4:1                                                                                                                               

    Sergio O.M.

Oración

A continuación, les invito a orar por los siguientes motivos:

Adoración, Alabanza y Gratitud:

Gratitud por la persistencia eterna del amor de Dios.

Demos gracias, por el inmutable amor de Dios para con sus hijos. 

Pablo les dice a los hermanos de la iglesia que estaba en Roma, que no existe persona, cosa o circunstancia que pueda separarnos del amor de Dios. (Ro. 8:38, 39), Hermano, que importante, que saludable, que estimulante, es que diariamente, recuerdes estas palabras divinamente inspiradas.

Agradecimiento por las reuniones realizadas.

    Es motivo de alegría y gratitud al Señor, el saber que las Damas menores; la Unión de Varones y la Unión de Jóvenes, han continuado reuniéndose vía Zoom, con buen ánimo. Continuemos apoyando en oración cada una de estas actividades.

Peticiones:

Por paciencia para esperar velando con entusiasmo, el regreso del Señor Jesucristo.

    Pidamos por paciencia y fortaleza para esperar velando con sobriedad y entusiasmo, el regreso del Señor Jesucristo.

    Sabemos que su regreso por la Iglesia es un hecho inminente. Velemos gozosos y permanezcamos sobrios, soportando con viva esperanza, los vientos cada vez más adversos.

Por la Reunión Devocional en familia.

    Hace muchas semanas que no oramos por este importante tema. Hoy más que nunca es importante enriquecer a nuestras familias con esta práctica. Pidamos por aquellas familias que lo están practicando, para que  no se desanimen y que sean motivadas, aquellas que aún no lo realizan.

Fortaleza para aquellos hermanos que se encuentran en angustias.

    Apoyemos a aquellos hermanos que se encuentran pasando por el valle de la depresión. Esa situación tiene el efecto de  acortar la visión de los grandes propósitos de Dios para nosotros. Les invito a orar por aquellos hermanos que se encuentran pasando por esa experiencia. Que nuestro Señor restaure sus cuerpos, renueve sus ánimos, les ilumine y les otorgue nuevas motivaciones.

Por el cuidado ante la pandemia.

    Aun cuando los medios de noticia han bajado el perfil al tema de la pandemia, el problema continúa estando muy presente.  Pidamos protección, particularmente por nuestros hermanos más expuestos y por todos aquellos que tienen “enfermedades de base”. La pandemia no ha pasado y vemos, especialmente en otros países, como sigue cobrando muchísimas víctimas y aún retornando a lugares donde ya se consideraba superada, o al menos controlada.

Peticiones en las cuales insistir:

Por la Nación.

    En obediencia a nuestro Señor, no dejemos de orar por el país. No abandonemos nuestra misión de interceder por lo que sucederá. Oremos para que el Señor toque los corazones de aquellos que deben tomar decisiones. También oremos para que las manos de aquellos cuyos corazones se encuentran endurecidos y no quieren cambiar, sean atadas para que no puedan apoyar la aprobación de leyes contra La Iglesia y los preceptos santos.

     No dejemos de orar, especialmente por nuestros hermanos que conforman las fuerzas armadas y las de orden y seguridad.

Por nuestros hermanos fuera de Chile.

    Consecuentes con nuestro plan de oración por las iglesias hermanas que se encuentran más allá de nuestras fronteras, hoy les invito a orar por todos nuestros hermanos en Cristo que viven y buscan la gloria de nuestro Señor, desde los Estados Unidos de América.

Mis motivos personales de oración:

Padre Celestial, te pido por  …………………………

“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
Y andad en amor, como también Cristo nos amó, 
y se entregó así mismo por nosotros, ofrenda
y sacrificio a Dios en olor fragante.” Ef. 5:1, 2

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¿Cómo va tu estudio personal de la palabra? no te pierdas la parte n° 13 del curso Gentiles, judíos e iglesia que está aquí.

Si no lo has visto antes, puedes comenzar hoy. Dios nos llama a escudriñar su palabra y crecer.

Predicador

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski

Fecha

5 de noviembre de 2020

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