Amados hermanos:
Sí, es cierto, estamos atravesando tiempos malos de profunda decadencia moral; pero, hermano, que esto no te impida reconocer que los hijos del Señor estamos rodeados de incontables bendiciones, las que muchas veces no vemos por el hecho de que nuestra atención se encuentra atrapada por una u otra barbaridad del acontecer diario. El escritor del Salmo 98 declara: «Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.» (Salmos 94: 18). Así es, reconozcamos ese sustento continuo del Señor, tanto espiritual como material y, con ello, seamos agradecidos; nos hará mucho bien.
Agradezcamos al Señor por su protección en medio del temporal; demos gracias por todas las veces que su mano poderosa detuvo los males y daños que venían directo hacia nosotros.
No lo dudemos y agradezcamos por todas las bendiciones, pues son más de las que podemos enumerar; busquémoslas y las alabanzas al Señor emanarán espontáneamente.
Sergio Oschilewski Malinowski
Pastor Iglesia Bíblica Las Condes
Lectura Bíblica
Salmos 73: 1-28.
Introducción
Durante la vida como cristianos, es común pasar por momentos de gran espiritualidad o comunión con el Señor, pero también por momentos de debilidad o baja comunión con el Señor.
Este salmo, nos muestra a un varón de Dios que nos comparte sobre dos momentos de su vida, uno en el que sus ojos estuvieron puestos en las apariencias de este mundo injusto, más que en la justicia de un Dios santo; y otro, en el que recapacita iluminado por el Señor, posando nuevamente su vista en la santidad y justicia divina, con lo que recupera la verdadera perspectiva espiritual y entiende lo que será el triste fin de todos los que confían
en las ofertas del mundo.
Es un salmo muy práctico que fácilmente nos identifica con su autor, ayudándonos a reajustar nuestro enfoque, colocando en su justa relación al mundo con lo que Dios es y hace con sus hijos.
- Una conclusión por introducción (Salmo 73: 1).
- Una confesión valiente (Salmo 73: 2-3).
- Prosperidad y blasfemias de los impíos (Salmo 73: 4-12).
- Descripción de los impíos prósperos (Salmoa 73: 4-8).
- Desafío de los impíos a Dios (Salmos 73: 9-12).
- Reflexionando sin iluminación (Salmos 73: 13-16).
- Reflexionando con iluminación (Salmos 73: 17-28).
- La nueva visión de los impíos (Salmos 73: 17-20).
- Confesión (Salmos 73: 21-28).
- Sentimientos y realidad (Salmos 73: 21-22).
- Reconocimiento de su futuro en contraste con el de los impíos (Salmos 73: 23-28).
Conclusión
Pienso que la experiencia de Asaf es una experiencia vivida por muchos cristianos. Pareciera que «el portarse bien» no rinde frutos, mientras que los que se «portan mal» se ríen, engordan y acumulan bienes.
¡Cuidado, hermano! Esa prosperidad y felicidad es más efímera que el vapor sobre la tetera, pasa muy rápido. Ellos están fundamentados sobre la arena, sobre su propia sabiduría, sobre la vanagloria. Su base es la soberbia, la sagacidad y el engaño. En la mañana prosperan, pero, al medio día, se verán los fracasos y la cosecha constituida por: envidias, odios, insatisfacciones, homicidios, suicidios, desconfianza, locura, hogares divididos. Luego, en la tarde, comenzará el lloro y el crujir de dientes que durará por siempre.
Por su parte, el hijo de Dios tiene delante de sí una cosecha de dicha eterna. Tiene ante sí la verdadera realización, el verdadero triunfo.
Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.
Salmos 73: 28