Pasaje bíblico: Nehemías 3:1-20
Introducción.
En nuestra anterior navegación por el libro de Nehemías, vimos como gigantes fueron vencidos y un muro comenzó a ser edificado. Al finalizar el recorrido, nos quedó resonando en los oídos la respuesta del pueblo a las buenas noticias que traía Nehemías: “Levantémonos y edifiquemos….” (2:18b), expresiones repletas de ánimo y júbilo. Ahora, corresponde llevar a la práctica esos deseos, transformar en acción todo ese ánimo. Estamos en los momentos en que hay que agregar al entusiasmo: voluntad y acción.
Ante el magnífico desafío que planteaba la reconstrucción de los muros y puertas de la ciudad, en cuyas calles un día caminaría nada menos que el Mesías, hubo dos tipos de respuestas y un resultado:
I. LOS QUE PARTICIPARON
II. LOS QUE NO PARTICIPARON
III. El LOGRO DE AQUELLOS QUE PARTICIPARON
Conclusión.
Sí, la faena comenzó y nos encontramos con muchas personas realizando, cada una su labor. Es una obra que unifica a quienes trabajan en ella. Ya no hay diferentes oficios o profesiones, no hay diferente niveles sociales. Todos son obreros del Señor, sirviéndole en una obra superior a cualquier interés personal.
Hoy en día, en Cristo, nosotros tenemos una unión que es aun superior a la de aquellos que construían ese muro. Por otra parte, aquel muro, cuya realización, constituyó una obra muy importante, con el pasar del tiempo, fue nuevamente deshecho. Sin embargo, el trabajo que el Señor nos manda que realicemos hoy, es un trabajo que dura para siempre.
Hacer oídos sordos, al llamado a trabajar en el muro de Jerusalén fue algo ofensivo, fue algo que limitó las bendiciones sobre personas y familias.
Pero, cuánto más triste, cuánto más despreciativo resulta hoy el no presentarse a realizar las tareas que el Señor preparó para que tú y yo hiciéramos durante nuestra vida.
Hay una sola manera de responder al llamado, y esa es, acudir y trabajar “con todo fervor” (3:20), con excelencia, con esmero, con diligencia, hasta que la obra quede terminada.
¿Acudirás al llamado? ¿Construirás tu parte del muro? ¿Lo harás “con todo fervor”?