Estimados hermanos:
Cada día que pasa valoro más el tenerles como familia espiritual y ser parte de la Congregación, un oasis en medio de una sociedad oscura y sin norte que se niega a reconocer su pecado y necesidad de arrepentimiento.
En el día de hoy, quiero estimularles con el ejemplo de un varón de Dios que, a pesar de vivir en un mundo hostil en el cual siempre fue un extranjero, se mantuvo firme a su Señor en cuanto a obediencia, fe y testimonio, me refiero a Isaac.
De alguna manera Isaac puso en práctica las palabras que mucho tiempo después dijera el apóstol Pablo a los hermanos de la iglesia que se encontraba en Roma:
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Romanos 12:21
Sergio Oschilewski M.
Pastor I. Bíblica Las Condes
A las 11:00 horas, le invito a incorporarse al Culto Dominical, conectándose a nuestra transmisión directa desde el local de la Iglesia Bíblica Las Condes.
Pasaje bíblico
Génesis 26:16-29
Introducción
Cuando nos encontramos con Isaac, luego de haber leído sobre la vida de Abraham conocido como: «el padre de todos los creyentes» (Romanos 4:11b,12), nos parece, a simple vista, que estamos frente a alguien con una personalidad tímida, demasiado pasiva y poco original. Sin embargo, al releer con calma y sin prejuicio alguno, vamos descubriendo en Isaac a un hombre ejemplar que fue ejemplo de grandes virtudes dignas de imitar.
Especialmente en estos días de incertidumbre e inseguridad, pienso que encontramos en este patriarca ejemplos prácticos a seguir. Notemos, pues, que en medio de muchas pruebas y peligros, Isaac fue un ejemplo de:
- Obediencia a Dios (Génesis 26:1-6).
- Buen testimonio de Dios (Génesis 26:12-22).
- Confianza en Dios (Génesis 26:23-25).
Conclusión
Podemos ver en Isaac un ejemplo, un modelo de lo que debe ser un hijo de Dios, sea el tiempo que sea en el cual le tocó vivir y sean las condiciones que sean; pues, todo cristiano es un peregrino con un testimonio de vida y de palabra, el cual solo puede transmitir cuando existe auténtica fe y, con ello, confianza, junto a una obediencia sin condiciones.
La instrucción sigue siendo válida para hoy:
Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré;
Génesis 26:3a