Un alma acallada

Queridos hermanos:

Hablando sobre los tiempos del fin, el apóstol Pablo advierte a la Iglesia: «Nadie os engañe en ninguna manera» (2ª Tesalonicenses 2: 3a). Para hacer realidad esta exhortación resulta indispensable tener, leer y escudriñar las Escrituras, la Palabra de Dios, de la cual se dice: «La suma de tu palabra es verdad» (Salmos 119: 160a).

Estamos expuestos a la mentira como nunca antes, pero lo que resulta especialmente preocupante es lo que se refiere al actuar del mundo pseudocristiano que trata de vender sus engaños untándolos con muchas gotas de verdad con lo cual los hace más creíbles para aquellos que no están protegidos por el conocimiento de las Escrituras. Demos gracias al Señor por cuanto todos tenemos acceso a La Biblia, la guía que nos libra del engaño, del error y nos lleva con clara luz a toda verdad. Les ruego que no descuiden su diario contacto con la Palabra de Verdad.

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski
Iglesia Bíblica Las Condes



Lectura Bíblica

Salmos 62.

Introducción

El salmista nos dice como su alma, encuentra en Dios todo lo que necesita para estar en paz, satisfecha y segura: «Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. Él solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.» (Salmos 62: 5-7).

Consideremos algunas de las cosas con las cuales el ser humano suele soñar: vacaciones, dinero en el banco, vehículos, una casa segura y amplia, una casa de veraneo, tranquilidad, salud, amor, etcétera. Sin embargo, el hombre va descubriendo que, en la medida que tiene las cosas añoradas, no va quedando más satisfecho, sino que permanece en su vida una intranquilidad que podríamos llamar existencial.

Lo que ocurre es que existen necesidades, muy propias del ser humano, que no detectamos necesariamente con nuestra razón, pero que una vez descubiertas y satisfechas demuestran que eran esas las cosas que más necesitábamos.

Tres de estas necesidades básicas que requieren ser satisfechas para tener un alma acallada, como dice David en su salmo en el primer versículo, son:

  1. La necesidad de asegurar una buena vida después de la muerte.
  2. La necesidad de adorar.
  3. La necesidad de estar en paz con Dios.

Conclusión

Hay testigos en el interior del hombre que le hablan constantemente de su trascendencia, la cual busca a tientas. Hay necesidades que hablan de un estado que una vez fue perfecto y hoy está en ruinas. Hay una necesidad inexplicable de adorar. En resumen, hay evidencias que acusan un estado anormal, cosas que claman por ser entendidas y/o satisfechas.

Solo cuando el ser humano se encuentra con la Biblia y, en ella, a Cristo, su vida puede ser reordenada, la adoración encuentra su lugar adecuado, la eternidad inscrita en el corazón toma sentido dejando todo carácter
angustioso.

En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación.

Salmos 62: 1

Predicador

Pastor Sergio Oschilewski Malinowski

Fecha

29 de septiembre de 2024

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