Cita Bíblica: Nehemías 1:1-11
Introducción: En el mensaje anterior recordamos la llegada del sacerdote Esdras a Jerusalén, en el año 457 A.C., y las reformas que realizó. Ese era el segundo grupo de judíos que regresaba luego de que Nabucodonosor, entre los años 606 y 586 A.C., llevara en cautividad a los habitantes de Judá hasta las tierras de Babilonia.
En el día de hoy avanzaremos unos 13 años en el tiempo, hasta el año 444 A.C. Nos encontraremos con otro personaje judío de gran influencia en Persia y su palacio de gobierno, Nehemías. Este varón de Dios, había llegado a ser el copero del rey, título que nos dice que se trataba de un importante consejero del emperador.
Nehemías es un maestro de la oración. Por medio del libro que lleva su nombre, veremos, en forma muy práctica, como va venciendo, obstáculo tras obstáculo, usando las armas que le proporciona el cielo.
I. UN JUSTO LLAMADO NEHEMÍAS
II. NOTICIAS QUE CONMUEVEN Nehemías 1:1-3
III. TAREAS PENDIENTES
IV. MIRANDO HACIA EL CIELO Nehemías 1:4-11
Conclusión: En este primer capítulo del libro de Nehemías, destacan: La sensibilidad de un siervo de Dios por los temas que preocupan a su Señor; el dolor que produce en un verdadero creyente, el ver o saber, que las cosas que atañen a Dios, no están como deberían. Por último, destacan las acciones inmediatas de este justo: Mira al cielo, reconoce el pecado, muestra arrepentimiento y solicita la dirección divina para continuar en la búsqueda de la completa realización de la obra detenida.
Al meditar en los once versículos considerados, no puedo evitar examinarme a mí mismo, realizándome las siguientes preguntas: ¿Qué tan sensible soy frente a los temas que le preocupan a mi Señor? ¿Hay obras obstaculizadas y detenidas, que me conciernen? ¿Cómo está el canal de comunicación con el Trono Celestial? ¿Hay faltas que debo confesar en oración?
“Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad.” Salmo 119.35