Estimados hermanos en la fe:
Cuando escudriñamos la Biblia nos encontramos, una y otra vez, con el gran ministerio de la intercesión (1ª Timoteo 2: 1-4; Efesios 6: 18-20; Corintios 4: 3-4); un ministerio sacerdotal del cual se nos pedirá cuenta un día. Se nos ha otorgado el gran privilegio, así como también la enorme responsabilidad, de orar por nuestros semejantes; pidiendo por luz y salvación para los inconversos y multitud de «gracias» para los hermanos en la fe.
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;
1ª Timoteo 2:1
Sergio Oschilewski Malinowski
Pastor Iglesia Bíblica Las Condes
Lectura Bíblica
2ª Corintios 5: 6-10.
Introducción
Rendir cuentas es una tarea que constantemente estamos haciendo. Desde niños rendimos cuentas
ante nuestros padres por las notas del colegio y por nuestra conducta.
Luego, rendimos cuentas cada vez que somos evaluados en nuestros estudios por medio de una prueba o un examen; rendimos cuenta ante la familia que formamos; rendimos cuenta ante las autoridades estatales; rendimos cuentas en nuestro trabajo; etcétera.
De lo que a veces no estamos muy conscientes es que, un día, en forma ineludible, rendiremos cuentas ante Dios.
Hoy les quiero invitar a considerar el gran tema de la rendición de cuentas ante Dios.
- Rendir cuentas, un principio divino.
- Rindiendo cuentas como pecadores en tiempo de salvación (Isaías 1: 18).
- Rindiendo cuentas como pecadores fuera del tiempo de salvación (Apocalipsis 20: 11-15).
- Rindiendo cuentas como hijos de Dios (1ª Corintios 3: 11-13; 2ª Corintios 5: 10).
Conclusión
Todos los seres humanos daremos cuenta ante el Señor, no obstante, de cada uno dependerá cuándo y dónde la dará, así como los resultados que obtendrá. La invitación del Señor es a dar tu primera cuenta hoy ante la cruz, para luego darla como hijo amado y obediente ante el tribunal de Cristo.
(…) Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
Romanos 14:10