Queridas Mamás:
En este día tan particular, queremos manifestarles, junto a nuestra sincera gratitud, todo nuestro reconocimiento, admiración y cariño por lo mucho que ustedes hacen y significan para cada uno de nosotros, la Iglesia y toda la sociedad.
Unimos nuestros corazones para pedir al Señor que las bendiga y les otorgue grandes satisfacciones y alegrías, hoy y siempre.
Lectura Bíblica
Proverbios 31: 10-24.
Introducción
Leíamos en Proverbios capítulo 31, versículo 13 que la «Mujer Virtuosa»:
Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos.
Proverbios 31: 13
Luego, en el verso 19, agrega:
Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca.
Proverbios 31: 24
Y en el verso 24 dice:
Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader.
Proverbios 31: 24
Al unir estos versículos podemos considerar que estamos ante una hermosa metáfora de la función formadora de una madre.
Toda madre tiene en su regazo materia prima valiosísima, pero en bruto; todo bebé, todo niño, es lana o lino con lo que se hará algo. Si aplica sus manos al uso y a la rueca, terminará obteniendo hilos resistentes que servirán para muchos fines. Si luego, con esos hilos, teje con diligencia, obtendrá preciosas telas; cada una con sus propias texturas, diseños, colores y resistencia que serán útiles para múltiples aplicaciones. ¿Qué telas están confeccionando las madres de nuestro siglo?
Este trabajo no constituye una opción, es un ministerio, es una tarea encomendada. Toda madre es llamada a:
- Un ministerio.
- Ser formadora.
- Ser consejera y estar siempre presente.
Conclusión
Madres, ¡qué gran tarea les ha encomendado el divino Maestro! Hago un llamado a las madres cuya visión ha sido empañada por el «príncipe de este mundo» para que rindan su corazón ante aquel que las ha honrado con el título de madres y descubran la riqueza y privilegio de vuestra misión celestial. ¡Ánimo! pues el Señor mismo es quien les ayudará a que la lana y el lino terminen transformados en el tejido magistral esperado.
Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba: Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas.
Proverbios 31: 28-29