Cita bíblica: Lucas 9:21-27
Introducción
Una cosa es ser cristiano y otra cosa es vivir como cristiano. Una cosa es ser salvo y otra es ser un discípulo de Cristo. Una cosa es ser hecho “nueva criatura” y otra es andar en las obras preparadas de antemano para mí.
La salvación se obtiene rindiéndose al Señor una sola vez, pero, el crecimiento cristiano, se alcanza rindiéndose al Señor todos los días del resto de la vida.
Esto queda muy claro en las palabras del Señor cuando dijo:
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Lucas 9:23
- Negarse a sí mismo
- La sumisión al señorío de Cristo.
- La real preeminencia de Cristo en mi vida.
- Tomar la cruz cada día
- Cruces que no sirven o malos entendidos.
- La Cruz de Cristo
- El poder de la Cruz de Cristo
- El trabajo diario en virtud de la Cruz de Cristo
- Las aflicciones del creyente por causa de la Cruz de Cristo
- La prueba de la burla o del escarnio.
- La prueba del sentimiento de pérdida.
- La prueba de la racionalidad.
- La prueba de la tradición.
- Seguirle
Conclusión
Éste es un buen momento para examinarnos y preguntarnos con sinceridad:
- ¿He sido salvado por el Señor Jesucristo en virtud de Su Gracia?
- Si así fuese:
- ¿Es mi Salvador también mi Señor?
- ¿Soy solo un número más entre los salvos o soy un seguidor de Cristo?
- ¿Me he transformado en un auténtico discípulo del Señor?