Estimados hermanos en Cristo:
En Apocalipsis 1: 20 se revela el misterio de los siete candeleros de oro que Juan había visto asociados al Señor. Ellos representan a las siete iglesias a las cuales se les envían solemnes mensajes. ¡Qué interesante! El Señor usa la figura de un candelero de oro para representar a estas iglesias locales. El oro nos habla de origen divino y pureza; el candelero, en su totalidad, nos habla de iluminación. Por su parte, la fuente de luz es alimentada por aceite, símbolo del Espíritu Santo.
De lo anterior, podemos deducir que cada iglesia local auténtica se encuentra delante del Señor, quien la vigila y exhorta; es mantenida por una relación viva con el Santo Espíritu; es luz para su entorno; debe guiar y ser ejemplo de lo que Dios quiere para su pueblo redimido; es fuente de adoración, alabanza, servicio, culto y crecimiento del cristiano. Recordemos que Cristo es su cabeza, razón por la cual debe mantenerse en pureza y santidad. ¡Qué gran privilegio es ser parte de la iglesia local en la cual nuestro Señor nos situó!
Pastor Sergio Oschilewski Malinowski
Iglesia Bíblica Las Condes
Lectura Bíblica
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
1ª Corintios 15: 57-58
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene. La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros. Mi amor en Cristo Jesús esté con todos vosotros. Amén.
1ª Corintios 16: 22-24
Introducción
El mensaje de hoy trata de tres pilares que son indispensable para poder realizar el programa encargado por Dios a la Iglesia. Al concluir su carta a la iglesia de Corinto, Pablo les enfatiza sobre:
- La firmeza.
- La constancia.
- El crecimiento.
- El servicio.
Conclusión
¿Está usted dispuesto a asumir los desafíos que nos plantea el ser parte de la iglesia local? ¿Está dispuesto a servir con constancia, como solo un siervo agradecido y rendido a su Señor lo hace? ¿Está dispuesto a buscar en el Señor la firmeza que solo él puede darnos?
El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene.
1ª Corintios 16: 22