Himnos
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Cita Bíblica: Santiago 4:13-17
Introducción
La epístola de Santiago se caracteriza por emplear un lenguaje muy enérgico, que no encontramos en otros escritos del Nuevo Testamento, sólo comparable con los discursos de Cristo. Es una epístola muy práctica y trata de temas que son muy impopulares, como el control de la lengua, la necesidad de mostrar nuestra fe a través de nuestras vidas; nos habla de las murmuraciones, las riquezas y los juramentos, entre muchos otros temas.
Santiago, es muy didáctico en sus enseñanzas, emplea más de treinta veces a la naturaleza para ilustrar las verdades espirituales, lo que nos hace nuevamente recordar a nuestro Señor.
En esta pequeña porción que leímos y que sirve de base para nuestra meditación, encontramos muchas cosas interesantes que nos deben servir para saber cómo conducirnos en un aspecto fundamental de la vida del creyente: nuestra total dependencia de Dios y su voluntad. Hoy veremos solo tres puntos de los muchos que encontramos en esta porción: son tres puntos sumamente importantes para entender a qué se refiere Santiago.
Lo primero que Santiago reclama a sus lectores, es esa falsa confianza o la confianza mal fundamentada.
- La confianza (propia)
- La ignorancia (a Dios)
- La voluntad (de Dios)
Conclusión
Santiago, en general, es un libro muy práctico porque nos da una serie de ejemplos, para así reconocer nuestros errores, pero no solo para reconocerlos, sino para que rápidamente los rectifiquemos.
La Biblia, en general es así, nos hace ver si estamos equivocados, ante lo cual nos debe llevar a reconocer y arrepentirnos por ello.
Nuestra vida no puede basarse en nuestra propia confianza, nuestra vida no puede transcurrir en una constante ignorancia de lo que Dios dice y quiere. Nuestra vida debe transcurrir en el camino único de la infinita bendición de conocer y hacer la voluntad de Dios.
A veces carecemos de bendiciones divinas, es lícito entonces preguntarse ¿Por qué no llegan esas bendiciones? ¿Es que hago planes sin consultar a mi Dios?
Las Escrituras, sin duda alguna desnudan a los hombres, sus palabras nos golpean a veces con mucha fuerza, pero eso no nos debe llevar a quedarnos inmóviles, esto nos debe llevar a la acción de enmendar el rumbo y no seguir transitando por el mismo error.
No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día.
Proverbios 27:1