Muy apreciados hermanos en la fe:
La Institución de la «Santa Cena» por parte de nuestro Señor Jesucristo constituyó un verdadero bosquejo de escatología; es un magistral resumen de los acontecimientos que seguirían a partir de aquel momento hasta la instauración del Reino.
Consideremos hoy solo dos de estas profecías. El Señor revela la pronta traición de Judas con la consecuente entrega del Maestro en manos de inicuos. La segunda declaración, trata del inminente sacrificio cruento del Señor que implicaría el derramamiento de su preciosa sangre.
Lectura Bíblica
Josué 8: 30-35.
Introducción
Josué nos relata sobre una ceremonia que el pueblo de Israel tuvo que realizar cuando en su viaje hacia la tierra prometida cruzó, por fin, el río Jordán. Ellos tuvieron que levantar grandes piedras en un monte llamado Ebal, pintarlas con cal y luego escribir sobre ellas la ley de Dios.
Frente al monte Ebal se encontraba otro de nombre Gerizim. Entre estos cerros, había un hermoso valle verde.
Seis tribus debían apostarse sobre el monte Ebal y las otras seis sobre el monte Gerizim. Los levitas tendrían que leer las maldiciones que sobrevendrían al pueblo si desobedecían los mandatos de Dios y las tribus situadas en el monte Ebal debían contestar «amén».
Luego, se leerían las bendiciones que gozaría el pueblo si andaba en la voluntad de Dios. Entonces los israelitas apostados en el monte Gerizim debían decir «amén».
¿Cuál era el objetivo de esta gran y solemne ceremonia? Pues, recordar y grabar en el corazón de Israel lo que era la voluntad de Dios para su pueblo.
En realidad, esta ceremonia que implicó a todo un pueblo es solo un ejemplo de los medios didácticos que emplea Dios para que Su pueblo mantenga vivo el recuerdo de algo que le dará salud y vida. Consideremos lo siguiente:
- El olvido y su fruto.
- La importancia de recordar.
- La cena del Señor.
Conclusión
Dios quiere que recordemos y, más aún, mantengamos vivo el recuerdo de la obra de nuestro Salvador, pues sabe que se torna en salud, esperanza, renovación y motivación para una vida fructífera que cumple con el supremo objetivo de glorificar al Señor.
haced esto en memoria de mí
1ª Corintios 11: 24b
