Cita Bíblica: Nehemías 9:1-3, 38, 10:28-30
Introducción.
La lectura y comprensión de la Palabra del Señor había producido su efecto en el pueblo. Buscando la voluntad de Dios, habían celebrado la fiesta de los Tabernáculos, produciendo con este acto un mayor acercamiento al Señor. Pero el avivamiento espiritual todavía estaba lejos de concluir. En el capítulo nueve descubrimos nuevos frutos de este despertar. Ahora, antes de terminar aquel maravilloso séptimo mes, nos encontramos con otra gran reunión, esta vez con el objetivo de reconocer y rectificar los errores que se habían cometido en el pasado y que habían terminado por alejarlos forzadamente de su tierra, experimentando muerte, gran dolor y servidumbre.
Este es el cuadro con el que nos encontramos hoy. El pueblo reunido con actitud de gran pesar.
I. PESAR (9:1-3)
II. RECONOCIMIENTO (9:6-37)
III. CAMBIO (9:38-10:39)
Conclusión.
Cuán importante es llevar a la práctica, en nuestras propias vidas, lo visto en estos tres últimos capítulos estudiados del libro de Nehemías. Comenzar por un acercamiento a la lectura devocional de la Biblia, buscar en ella, con perseverancia, la voluntad de Dios para nuestra vida. Reconocer nuestras faltas y debilidades, y con ello, aceptar que mucho de lo que padecemos hoy, no es otra cosa que el fruto de nuestra desobediencia a Dios. El resultado de no haber puesto en práctica lo que Dios ha dicho en Su Palabra. Finalmente, dejar de quejarnos y comenzar a obedecer sin discutir.
La comunión con Dios lleva a la confesión y al arrepentimiento, y con ello, viene la separación práctica y progresiva de todo lo inmundo, pues lo mundano se hace cada vez mas abominable al creyente que se encuentra cenando con el Señor.
“El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.” Proverbios 28:13