Muy estimados hermanos:
Para vivir en forma plena la vida cristiana es indispensable dejar la niñez espiritual e ir en pos de las próximas etapas del desarrollo teniendo como meta la plena madurez. La permanencia en la niñez espiritual es contraria a la voluntad de Dios, quien nos insta a crecer. Solo aquel que se encuentra en desarrollo podrá gozar de la vida en Cristo. La falta de madurez, no solo expone al creyente a la tentación, a la depresión y al engaño, sino que, además, le impide gozar de la vida abundante que Dios nos ofrece.
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Efesios 4: 13
Sergio Oschilewski Malinowski
Pastor Iglesia Bíblica Las Condes
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Lectura Bíblica
Jeremías 8: 5-7.
Introducción
La lectura nos coloca en un momento en el que Dios enfrenta a su pueblo que se encuentra sumido en pecado, el cual se rehúsa a reconocer y, en consecuencia, a arrepentirse, dice: «Escuché y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? (…)» (Jeremías 8: 6a). Aún cuando el Señor le está llamando la atención a Israel, en realidad estamos ante un cuadro que refleja muy bien a toda la humanidad: una triste escena que muestra cómo el hombre evita que la misericordia de Dios pueda manifestarse en su vida para salud y salvación eternas.
Lo anterior lo podemos ver desde que el ser humano cayó en pecado. Les invito a considerar lo siguiente:
- Evasión universal de la culpa.
- Las cuentas que pide Dios.
- Culpa y arrepentimiento.
Conclusión
Ante el pecado no hay justificación. El pecado no se puede aminorar ni racionalizar con tal de atenuarlo, solo queda admitir la culpa en genuino arrepentimiento. ¿Has pecado? no des explicaciones a Dios, solo pídele perdón con un corazón contrito y humillado.
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,
Hechos 3: 19