Purificación y servicio

Cita Bíblica: Éxodo 30:17-21

Introducción.

Antes de cumplir con sus oficios, los sacerdotes debían pasar por la fuente de bronce, donde debían lavar sus manos y sus pies.

Los sacerdotes ya estaban consagrados, no era por lo tanto un acto de iniciación ni de purificación para ingresar al ministerio. El lavado en la fuente era para dejar ahí el polvo del camino y del desierto; dejar ahí, simbólicamente, la contaminación diaria que se acumulaba sobre sus manos y sus pies; dos partes que entran de continuo en contacto con el mundo.

No es difícil notar cuanta aplicación hay para nosotros en el día de hoy.

1. LIMPIEZA
2. LA NECESIDAD DE LA LIMPIEZA DIARIA
3. LA FUENTE DE BRONCE Y EL AGUA
   1. La Fuente
   2. El Agua

Conclusión.

La invitación es que acudamos diariamente a la fuente que limpia y nos deja aptos para el servicio; tanto el servicio interno de oración y adoración, como el servicio externo al que somos llamados. Evitemos frenar la obra del Señor por no tener las manos y los pies limpios para caminar y manipular las cosas sagradas.

Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, …

Juan 13:10