Queridos hermanos en Cristo Jesús:
Anhelo que, en medio de las carreras y tensiones propias de este fin de año, puedan encontrar el momento para compartir en familia el sentido puro y original de la Navidad. Que, durante la celebración, el Señor les brinde la oportunidad de abrir las páginas de Las Sagradas Escrituras con el fin de que ellas hablen por sí mismas, proporcionando el bendito mensaje que nos habla del SALVADOR por el cual nuestras vidas fueron iluminadas y obtuvieron sentido eterno.
El Señor les brinde una bendecida y feliz Navidad.
Sergio e Ingrid Oschilewski
A las 11:00 horas, le invito a incorporarse al Culto Dominical, conectándose a nuestra transmisión directa desde el local de la Iglesia Bíblica Las Condes.
Pasaje bíblico
Lucas 15: 1-7.
Introducción
En esta oportunidad quiero invitarles a meditar en una parábola que nos enseña, en forma muy sencilla y resumida, la esencia de lo que es la Navidad. Se trata de la parábola de «la oveja perdida»; en ella, con palabras y hechos muy cotidianos, nuestro Señor nos enseña de nuestra condición, de la misericordia divina y del objetivo de la encarnación de Cristo.
- Una oveja se pierde (Lucas 15: 3, 4a).
- El pastor sale en su búsqueda (Lucas 15: 4b).
- El pastor la encuentra y la pone sobre sus hombros (Lucas 15: 4c, 5).
- Gozo por el hallazgo (Lucas 15: 6, 7).
Conclusión
Navidad es, pues, la venida del Buen Pastor a buscar la oveja perdida. Aquí surgen algunas preguntas naturales y de vital importancia:
¿Eres tú una oveja perdida o una oveja encontrada sobre los hombros del Pastor?
Solo existen estas dos posibilidades para todo ser humano.
Si aún eres una oveja perdida, eso solo obedece a tu resistencia por ser hallado; te aconsejo con todo mi corazón que ya dejes de evitar el encuentro que te traerá paz, comunión con el Pastor y un gozo que jamás has conocido antes.
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Lucas 19:10