Cita Bíblica: Juan 21:15-17
Introducción.
El relato de hoy lo encontramos al finalizar el evangelio de Juan. En el capítulo 20 verso 30, el Apóstol dijo que Jesús había hecho muchos milagros delante de sus discípulos; en este capítulo el evangelista agrega uno más, la pesca milagrosa; en realidad, la segunda pesca milagrosa; la otra la encontramos en Lucas 5, y aconteció antes de la crucifixión; ésta se da con Cristo ya resucitado.
Jesús comió con siete de sus discípulos esa mañana alrededor de una fogata, luego, el Señor procede a hablar en forma personal con Pedro. El diálogo que se da entre ambos es muy interesante de observar y, desde luego, tenemos mucho para aprender de él. Los invito a ver algunos aspectos de esta conversación.
- LA PREGUNTA
- LA RESPUESTA
- EL ENCARGO
Conclusión.
En el evangelio de Juan se repite muchas veces el verbo amar, aproximadamente treinta y siete veces; y más de treinta veces ocurre en las epístolas de este apóstol. El amor es un tema muy importante en todos los escritos de Juan, por eso se le llama el apóstol del amor.En la porción estudiada, Cristo pregunta tres veces a Pedro precisamente sobre este tema; le pregunta a Pedro si lo amaba. Tres veces responde el Apóstol afirmativamente, luego, tres veces Jesús le encarga el cuidado y alimentación de sus ovejas.
De la lectura hecha, no podemos saber cómo respondió Pedro a las tareas encargadas, pero podemos concluir, a la luz del resto de las Escrituras, que Pedro respondió muy bien al encargo de su Salvador.
A veces nos enfrentamos a preguntas que nos resultan duras, porque tememos a la respuesta que debemos dar; y muchas veces esas preguntas duelen cuando descubrimos la real respuesta. Pedro contesto sinceramente y no confió en sus fuerzas, solo apeló a que Cristo conocía su corazón, y el Señor encontró sinceridad en él.
La pregunta se nos hace hoy a nosotros. Si queremos saber si somos genuinos discípulos de Cristo, debemos atrevernos a preguntar a nuestro corazón si lo amamos y cuánto lo amamos.
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Éste es el principal mandamiento.
Marcos 12:30