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Cita Bíblica: 2ª Pedro 3:3-9
Introducción.
Dios quiere que todos los hombres sean salvos y ofrece esa oportunidad a toda la raza humana, Su Palabra dice: «el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.» —1ª Timoteo 2:4.
Pero, el ser humano, en su inmensa mayoría, es testarudo y no quiere ser salvado bajo las condiciones que Cristo ofrece. El hombre, a lo más, quiere ser salvo, tener vida eterna, ir al cielo, pero seguir haciendo su voluntad carnal.
En Mateo 7, dice: «Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.» —Mateo 7:13, 14.
El camino angosto implica limitaciones, seguir a Cristo, vivir para Cristo, tener como objetivo el llegar a ser como Cristo.
Revisando las Escrituras nos encontramos con que Dios ha buscado al hombre desde el Jardín de Edén, lo sigue buscando y lo seguirá buscando hasta que cierre para siempre la puerta.
Pero, ¿cuántas oportunidades otorga Dios a cada hombre; cuántas me dio a mí; cuántas te ha dado ya a ti?
Consideremos primeramente lo que sucedió en los días de Noé.
- En los días de Noé
- En los días de Abraham
- En los postreros días
Conclusión.
Por las señales, claras y objetivas, podemos pensar, que estamos llegando a los días en que el Señor una vez más cerrará la puerta de salvación, con lo cual sobreviene el juicio descrito una y otra vez en las Escrituras.
No es ilógico pensar que lo que vemos hoy es un atronador llamado de atención para despertar, quizás el último, para lo que viene; puede ser: la última oportunidad. La respuesta sensata sólo puede ser una: Si no has acudido aún a Cristo buscando su salvación, ¡hazlo ya!
Por otra parte, si ya lo has hecho, si Cristo es tu salvador, pero eres un cristiano afanado y quizás secularizado, atrapado por el mundo, entonces, acude pronto, arrepentido a arreglar cuentas con tu Salvador.
Es más que prudente oír lo que el Espíritu nos dice por medio del apóstol Pedro:
Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
2ª Pedro 3:14