Cita Bíblica: Mateo 25:14-30
Introducción.
En los capítulos 24 y 25 de Mateo, nuestro Señor anuncia a Israel los acontecimientos relacionados con su segunda venida a la tierra. El Señor Jesús exhorta a los que le escuchan, a que estén siempre preparados para su segunda venida, manteniendo fe en Él y siendo fieles a su palabra, en todo momento. En el capítulo 25 el Señor nos entrega dos parábolas, la parábola de las diez vírgenes y la parábola de los talentos.
La parábola de los talentos nos habla de un hombre que se va lejos, el cual representa a Jesucristo, dándoles a cada uno una parte de sus bienes. Habla de tres siervos que recibieron 5, 2 y un talentos. Los dos primeros duplicaron los bienes de su señor, quién a su regreso les dijo Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor. El tercero en cambio, escondió el talento recibido, con lo cual no obtuvo ninguna ganancia, y fue calificado de siervo inútil y fue condenado.
I. LOS BIENES QUE DIOS NOS CONFÍA
Toda buena dádiva y todo don perfecto provienen de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación (Santiago 1:17).
Porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos. Amén. (Romanos 11:36)
II. LA SOBERANÍA DE DIOS
¿Por qué Dios no ha dado a todos los hombres talentos iguales?
Porque Dios es Soberano. Su respuesta a cualquier acusación de injusticia es: “Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: Por qué me has hecho así?”
III. LOS PROPÓSITOS DE DIOS
Los propósitos tienen siempre una única finalidad: glorificar a Dios.
¿Cómo glorificamos a Dios?
Predicando el Evangelio de Jesucristo; estudiando, enseñando y practicando su Palabra; cooperando en la formación, mantención y funcionamiento de las iglesia locales; haciendo todo en nuestra vida con y para el Señor.
IV. POR LOS TALENTOS HABRÁ QUE DAR CUENTAS.
Todos los creyentes en Cristo seremos, antes de la Tribulación, arrebatados por el Señor, y ese día seremos reunidos en el Tribunal de Cristo, que es un tiempo de examen y recompensa, para que la obra de cada uno, resultante de haber aplicado los talentos que el Señor nos confió para glorificarle, se haga manifiesta.
Conclusión
El Señor espera que seamos siervos fieles que administremos todo lo que nos ha dado, en obediencia a su voluntad y con frutos de buenas obras.
Jesús nos da responsabilidades a cada uno de sus siervos, y para ello nos capacita, a través de diferentes dones que nos son dados a través del Espíritu Santo.
Si deseas ser usado para la Gloria de Dios, recibirás los medios para ello. Cuanto más hagas tanto más serás capacitado para trabajar por Él. Esto sigue una ley fija en el reino espiritual: A todo el que tiene, le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.