Cita Bíblica: Filipenses 1:27-30
Introducción.
La Biblia es el libro de las palabras vivas, el libro eterno, el libro que redime, el libro que cambia los corazones de piedra en corazones de carne; el libro de los consejos perfectos, y también es, la fuente que sacia en forma plena, y sana en forma definitiva. Todo lo anterior, y mucho más, hace que la Biblia sea el libro más amado por aquellos que aman la verdad, la libertad, la cordura y al libertador Jesucristo.
No existe otro libro que tenga tanto poder para cambiar para bien, como la Biblia, sea a una persona, una familia o una nación.
Siendo un libro tan sublime se podría pensar que la Biblia solo produjera amor, respeto y reconocimiento. Sin embargo, sabemos que no es así, pues su mensaje y los frutos que produce, son tan opuestos a los intereses de la carne, del mundo, y especialmente a los de Satanás, que la Biblia es también un libro muy temido y rechazado. Lo anterior conlleva a que sus seguidores puedan llegar a sufrir por su fidelidad al Libro y su autor.
Pasemos ahora a considerar los efectos de la Biblia en:
I. LA VIDA PERSONAL
II. LA FAMILIA
III. LA HISTORIA
Conclusión
La Biblia cambia la vida para bien, un bien basado en la verdad, la voluntad y el poder de Dios. Se trata de un bien eterno, que comienza bajo el sol y continúa más allá del sol.
No obstante, hay enemigos de la Verdad y de la Palabra bendita; en última instancia, de Dios mismo; por esta razón, llegan a ser también, adversarios de todo creyente fiel.
El bendito llamado del Señor no nos oculta las posibles arremetidas que pueden sobrevenir, pero también nos estimula, compartiéndonos del poder que se encuentra a nuestra disposición para vencer; él nos dice:
“…En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33
“Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón.” Salmo 31:24